La diputada Laura Balsells Miró (PRO), dio detalles en “En Cámara” sobre su proyecto presentado con el objetivo de establecer sanciones más estrictas y medidas preventivas para erradicar el maltrato animal en Mendoza.
La iniciativa, denominada "Ley Ágata" en memoria de la yegua que sufrió un trágico caso de maltrato en la provincia, surge como respuesta a la creciente preocupación ciudadana por la violencia hacia los animales y plantea un marco integral de protección y educación para asegurar el respeto a todas las formas de vida.
El proyecto parte de una visión que considera el respeto por la vida animal no solo como un imperativo moral, sino como una medida esencial para el bienestar social.
Según los fundamentos, la violencia hacia los animales afecta no solo a los seres indefensos, sino que contribuye a perpetuar una cultura de violencia que impacta en la convivencia de toda la comunidad.
La diputada subrayó que existen estudios que han demostrado una correlación entre el maltrato animal y la conducta violenta hacia otros seres humanos, lo que refuerza la necesidad de abordar este problema desde una perspectiva preventiva y educativa.
La iniciativa busca un cambio cultural y una mayor conciencia ciudadana, al señalar que la tenencia responsable de animales debe ser considerada una obligación legal y moral. Esto incluye proveer un ambiente seguro, atención veterinaria y el respeto integral al bienestar de los animales.
Entre los principales puntos del articulado se establece que la protección de la fauna en Mendoza será una política de gobierno. Las autoridades provinciales estarán encargadas de diseñar e implementar políticas de bienestar animal, incluyendo el cuidado sanitario y un control adecuado de los animales que habiten en la provincia.
Otro aspecto fundamental es la institución de la responsabilidad del cuidador, al que define como la persona que alimenta o aloja a un animal de manera habitual, quien estará obligado a cumplir con lo dispuesto por la ley.
Establece que los cuidadores deben proporcionar alimento, cobijo, atención de salud y buen trato a los animales bajo su responsabilidad, así como prevenir riesgos que puedan afectar a la comunidad humana, animal o el medio ambiente. También promueve el control de la reproducción mediante la esterilización quirúrgica.
Además, los animales deben contar con condiciones higiénicas adecuadas, alimentación, atención veterinaria, y espacios de recreación y descanso que los protejan de las inclemencias del tiempo al tiempo que prohíbe el abandono prolongado y establece un límite de tiempo en el que los animales no deben ser dejados solos en condiciones que pongan en riesgo su vida o bienestar.
Prohibiciones específicas
El proyecto enumera diversas prohibiciones, tales como provocar la muerte o el abandono de animales, tanto en espacios públicos como privados; organizar peleas entre animales; situar animales en condiciones inadecuadas que los expongan a sufrimiento o peligro, golpear, envenenar o someter a prácticas que causen sufrimiento físico o psicológico.
Sanciones y rescate de animales en riesgo: Los cuidadores denunciados por maltrato estarán sujetos a sanciones y a la posible retirada de los animales bajo su cuidado. En caso de retiro, los animales serán puestos en guarda de asociaciones protectoras o particulares hasta su adopción permanente. Las multas recaudadas serán destinadas al cuidado y atención de los animales rescatados.