Integrantes de la comisión de Salud, que preside Hebe Casado (PRO), continuará en las próximas semanas el estudio de la normativa que establece la regulación de “la actividad profesional de acompañantes terapéuticos en Mendoza”, luego de que puedan concretarse diversas reuniones con representantes universitarios de la provincia, que tienen en su oferta educativa estos estudios pero con distintos niveles de requerimientos académicos y diversidad en la especialización otorgada.
El expediente en análisis es de autoría del diputado Mario Vadillo (Protectora-LF) y el punto principal sobre el que se han detenido los legisladores en su análisis es en lo referido a la formación académica y profesional de quienes así se desempeñan.
Desde la comisión aseguraron que el Programa de estudios de la Tecnicatura Universitaria en Acompañamiento Terapéutico es bueno, abarcativo aunque no así aquel que se promociona como Curso en Acompañamiento Terapéutico. Pues bien, las inquietudes están fundadas en las incumbencias que puedan tener quienes así se desempeñen. “Es confuso” para las diputadas y diputados participantes, cuál es la formación específica que poseen y cuáles son los requisitos necesarios que deberían acreditar para desempeñarse de ese modo, sea más orientado a lo sanitarista y/o educacional.
Además, avanzaron en la importancia que tiene que quienes requieran los servicios de acompañantes terapéuticos puedan disponer de una lista de profesionales que se aboquen a las necesidades específicas y logren la integración, y que hasta puedan cumplir con este cometido otros profesionales, que acrediten formación pedagógica, y que hayan establecido contacto con los mismos, como el caso de las maestras y maestros de grado, por ejemplo.
A tal efecto, consideraron que es necesario tomar en cuenta la distancia geográfica que debe recorrer el profesional, la disponibilidad de instrumentos y la necesidad de que niños y niñas puedan lograr la posibilidad de integración escolar.
Por todo ello es que quienes integran la comisión indicaron que, a su vez, la tarea de acompañamiento terapéutico puede darse en diferentes ámbitos y no solo lo escolar, así adquiere suma relevancia la incumbencia de estos profesionales y las áreas en las que se dispondrán esos acompañamientos. De este modo, se pedirá opinión también al gobierno escolar, la Dirección General de Escuelas, y al Ministerio de Salud, entre otros, para lograr delinear la letra del expediente con los aportes de diversos sectores.
Coincidieron, además, las diputadas en que el nivel de educación que deberían acreditar los acompañantes terapéuticos, entendiendo que aquellos/as que lograron un título de grado, sea por tecnicatura o licenciatura, no se encuentran en igual nivel de conocimientos que quienes realizaron un curso, aunque sin cuestionar los saberes adquiridos sino los acreditados.
Asimismo, la comisión continuará con el análisis del expediente, buscará mayores aportes desde los sectores académicos y comparará los avances con la legislación de la provincia de Santa Fe, por ejemplo, que es una de las provincias que más acabadamente ha trabajado este tema en profundidad.