La comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales recibió a la fiscal de la Unidad Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Daniela Dupuy, quien aseguró en relación al fenómeno de las redes y lo referente al hostigamiento digital, que “preocupa la cantidad de casos que ingresan” a la Fiscalía.

La presencia de la fiscal Dupuy, se dio en el marco del tratamiento que la comisión que preside Jorge Difonso (UP-FR) realiza sobre dos iniciativas impulsadas por Daniela García y Adrián Reche (UCR), que hacen referencia a incorporar el hostigamiento digital y la sextorsión, al Código Contravencional de la provincia.

Dupuy, quien además, es Directora del Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital en Investigaciones Criminales y Directora Académica de la Diplomatura Internacional en Ciberdelincuencia y Tecnologías Aplicadas a la investigación, ambos de la Universidad Austral, indicó que las edades de las víctimas es “absolutamente transversal” y que abarca a “chicos de toda clase sociocultural”.

“A nosotros nos llega a través de National Center for Missing Children, que es una ONG que se encuentra en Estados Unidos y que han firmado un convenio con Facebook, Microsoft, Twitter y todas las empresas americanas, para que cuando estas empresas detecten una imagen de explotación sexual infantil o de abuso sexual infantil, la remita y esta ONG inmediatamente nos la pone en conocimiento a través de reportes, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, explicó.

Por ello, “desde aquí (CABA), cuando determinamos que el autor se encuentra en diferentes provincias,  como por ejemplo Mendoza, inmediatamente a través de la red de fiscales de todo el país, la remitimos”, añadió.

Dupuy, expresó que difundir imágenes de explotación sexual infantil, implica que “una persona, que en el 99% son hombres, filma a un bebé hasta nenes de 13/14 años, llevando a cabo algún tipo de actividad sexual o abusándolos sexualmente, lo filma y luego lo distribuye en una red de explotación sexual infantil. El fenómeno, la expansión, el incremento de casos a nivel internacional que esto implica, es muy preocupante”.

En ese sentido, vinculó estos casos con el Grooming, porque “cuando le pido al juez que analice los dispositivos de almacenamiento informático, me encuentro muchas veces con que existen conversaciones de contenido sexual entre el imputado y diferentes chicos, menores de 13, 14 ó 10 años. Empiezan con una conversación muy amigable, empiezan a hacerse los íntimos amigos de los adolescentes”, quienes “caen” en esa situación de seducción y “luego comienza el acoso”-

“Las victimas de Grooming, pueden ser chicos de toda clase sociocultural, acá hay un factor que a muchos de nosotros tal vez nos excedió, porque ellos tienen naturalizado el vivir permanentemente en las redes. El sentido de intimidad y privacidad que tienen los niños, las niñas y jóvenes, no es el que teníamos nosotros hace 20 años, entonces aceptan a desconocidos, se hacen amigos enseguida y el resultado puede ser perfectamente, éste”, subrayó.

Durante su exposición ante la comisión, la especialista en la temática sostuvo por otra parte que yendo a una edad más alta de las víctimas, nos encontramos con el sexting. “Es muy común que hoy  los jóvenes se saquen fotos o filmen en actitudes eróticas y luego la distribuyen entre ellos en  grupos de WhatsApp o Instagram, y ellos dicen que no sienten hostigamiento. Pero viene un Estado que tiene que velar por la seguridad de estos niños. Pueden difundir sus videos pero del otro lado de la red, vamos a encontrar muchísimos ciberdelincuentes que están al acecho, esperando que estos chicos difundan estas imágenes para luego captarlos, establecer un contacto y cometer alguno de los delitos descriptos”.

Respecto a lo punitivo de estas conductas, dijo que la idea no es punir al menor de 18 años que “graciosamente compartió una imagen de este contenido de una amiga o compañerita. Lo que hay que hacer y trabajar a fondo en este sentido, es en la concientización, educación, formación de los niños, jóvenes, docentes y de sus padres. Porque no podemos acompañarlos en todo su crecimiento si mínimamente no tenemos un conocimiento de cómo funciona todo esto”.

Violencia de Género

Otro aspecto que involucra este tipo de conductas está relacionado con la cuestión de género, y tiene que ver con la difusión de Imágenes sin autorización. Se trata, indicó, de la “difusión de imágenes que fueron tomadas en un lugar fuera del alcance de la mirada de terceros, en un lugar privado, con consentimiento de la víctima y luego, por despecho u otra razón, son difundidas sin su consentimiento. Fíjense  cómo juega acá el doble consentimiento: en uno hay consentimiento y cuando se comete el delito no hay consentimiento. Cuando se trate este proyecto, habría que

aclarar esta doble instancia del consentimiento”.

De los casos que se reciben en la Fiscalía, el 98% son mujeres, subrayó Dupuy, algo que no sucede solamente en CABA  sino en el mundo.

Hay otras modalidades que no son delictivas “porque no es delito todavía”, que también se vinculan. Ejemplo de ello es la suplantación de identidad, “porque una vez que toman esos videos o imágenes, les crean un perfil falso a la víctima para en su nombre y difundiendo todos sus datos personales, publicar allí todo ese material que con consentimiento de ella en un espacio de privacidad, pudieron obtener”.

Otro ejemplo es el acceso indebido a su perfil, “el hackeo a los perfiles para acceder a fotos o datos que son absolutamente  privadas”. También la sextorsión, esto es, que “si no me envias ese video o foto de contenido sexual,  voy a contar” al círculo cercano “y mostrar las fotos y videos que pude obtener”.

“Ni hablar con lo que es el hostigamiento digital, cuando se convierte en permanente esta molestia que intimida, molesta y menoscaba la intimidad de una persona”, resaltó.

Tras hablar de los tipos de victimización, lamentó que “estas figuras hoy no sean delito, porque si bien siempre se discute si el derecho penal es la última instancia, en este tipo de fenómenos, debemos ser conscientes del gran daño que se le produce a las víctimas. Por eso en el mientras tanto decidimos trabajarlo en el ámbito de la ciudad, con la contravención”.

El problema se produce cuando estas conductas no están incluidas en las contravenciones de otras jurisdicciones. “Cuando empiezo a investigar un caso, puedo ver que la víctima o victimario son de Mendoza, me comunico con el fiscal de esta provincia, pero acá no está contemplado. Es un enorme problema cuando ya en los países de avanzada lo tienen incorporado en sus legislaciones penales”.

Finalmente, expresó que “hay que plantearse cómo prevenimos, cómo hacemos campañas que lleguen de verdad”.

Los proyectos en análisis de la comisión de LAC, buscan incorporar al Código Contravencional de Mendoza la Sextorsión, Divulgación de contenido de carácter sexual, y Ciberacoso Sexual, así como  el hostigamiento digital como una nueva forma de violencia de género.