La Comisión de Economía, Energía, Minería e Industrias, que preside Jorge Sosa (UCR), comenzó el estudio del expediente que propone establecer un etiquetado de eficacia energética, para inmuebles destinados a viviendas.

El objetivo principal de esta iniciativa es establecer un procedimiento de etiquetado de eficiencia energética de inmuebles existentes o en proyecto de construcción destinados a vivienda, a fin de clasificar dichos inmuebles según su grado de eficiencia en el consumo global de energía primaria ligado a la utilización de los mismos, la que tendría una vigencia por diez años.

Se entiende aquí por energía primaria, a las distintas fuentes de energía en el estado que se extrae o captura de la naturaleza, sea en forma directa como la energía hidráulica, eólica, solar o indirecta; derivada de un proceso de extracción o recolección de la misma como petróleo, carbón mineral, uranio, biomasa entre otros.

Asimismo, la norma establece un índice de “Prestación Energética Ambiental (IPEA)”, como la cantidad estimada de energía primaria que demandaría la normal utilización de una vivienda durante un año y por metro cuadrado, para satisfacer las necesidades asociadas a calefacción invernal, climatización estival, agua caliente sanitaria e iluminación, teniendo en cuenta la localización geográfica del inmueble y elementos pasivos, características de la envolvente, aportes solares, ventilación natural, y sistemas o elementos activos, instalaciones de calefacción, sistemas de aire acondicionado, entre otras. De esta forma, el IPEA sirve como indicador del grado de eficiencia energética de un inmueble, en función de su valor se establece la categorización de eficiencia energética.

La iniciativa expresa que la “Etiqueta de Eficiencia Energética de Inmuebles Destinados a Vivienda de la Provincia de Mendoza”, será un documento en el que figuran como mínimo los datos catastrales del inmueble, el valor del IPEA de dicho inmueble y una clasificación expresada en letras correspondiendo la letra “A” a valores de IPEA más bajos, correspondiente a mayor nivel de eficiencia energética, y la letra “G” a valores de IPEA más altos, que implica menor nivel de eficiencia energética. Para ello se  confeccionará un modelo de Etiqueta en el que figuren siete categorías nomencladas desde la letra “A” hasta la letra “G”, estableciendo correspondencia entre cada letra y rangos de valores del IPEA.

Se crea además, un Registro de Etiquetas de Eficiencia Energética de Inmuebles Destinados a Vivienda, en el que se inscribirán las Etiquetas de Eficiencia Energética emitidas por la Autoridad de Aplicación con relación a los inmuebles destinados a vivienda que la hayan obtenido. Como también,  un Registro de Certificadores de Eficiencia Energética, en el que se inscribirán los profesionales matriculados habilitados para el ejercicio profesional con incumbencia en la materia y específicamente habilitados para la certificación.

El Estado Provincial implementará estándares mínimos de eficiencia energética, en todos los planes de vivienda que sean desarrollados por intermedio del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), ya sea que los fondos de los mismos provengan de financiación Municipal, Provincial, Nacional y/o internacional, pública o privada. El Poder Ejecutivo fijará dichos estándares mínimos de manera gradual y progresiva, comprometiéndose a lograr como mínimo la clase de eficiencia energética C.

Por otra parte, se invita a las Municipalidades a adherir, y a crear una reducción proporcional a sus tasas y servicios conforme a la etiqueta de Eficiencia Energética.

Se plantea que la Autoridad de Aplicación, la cual será el Ministerio de Planificación e Infraestructura Pública,  deberá promover a través de programas de difusión y educación, la concientización e importancia del etiquetado de eficiencia energética.

También se pretende que los inmuebles que cuenten con la Etiqueta de Eficiencia Energética vigente, obtengan una bonificación en el Impuesto Inmobiliario anual.

En los fundamentos del proyecto de ley, se expresa que en  Mendoza, junto con la Subsecretaría de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Nación, a través de EMESA, se realizó una prueba piloto para medir la eficiencia de los hogares, es decir, cuánta energía necesitan para mantenerse frías o calientes por su construcción y distribución. A través de dicha experiencia, se determinó que la mayoría de las construcciones destinadas a vivienda son “ineficientes” en este aspecto.

Por este motivo es que “se pretende crear una herramienta que permita el desarrollo de construcciones destinadas a viviendas sustentables con un fuerte compromiso con la eficiencia energética y el cuidado del medio ambiente, es de suma importancia redoblar esfuerzos entre el Poder Ejecutivo Provincial, las Municipalidades y Profesionales de la Construcción, para mitigar los efectos nocivos de la actividad humana en el medio ambiente, tratando de crear en las viviendas, un espacio amigable con el medio ambiente”.