Acogimiento Familiar Temporario: la comisión de LAC analizó esta iniciativa con jueces de Familia y Avome

La comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales, que preside Jorge Difonso (UP-FR), avanzó en el tratamiento de este proyecto de Marcela Fernández (UCR), por el cual se promueve la creación del Sistema Provincial de Acogimiento Familiar Temporario.

Esta iniciativa, que ya cuenta con despacho de la comisión de Desarrollo Social, plantea el sistema como de cuidado alternativo para niños, niñas y adolescentes que se encuentran privados de cuidados parentales, en el marco  de la Leyes nacionales Nº 26.061 de “Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes”, Ley N° 23.849 de ratificación por Argentina de la Convención sobre los Derechos del Niño; y de la Ley Provincial Nº 9139 de “Protección Integral”.

Según explicó la legisladora durante la reunión de comisión, en Mendoza “involucra un sistema del que se habla mucho, se discute, pero no hay un reglamento, una normativa que pueda dar concretamente cuáles son los requisitos para el ingreso, cuáles son los requisitos para seguir en el programa, por ejemplo, siempre dejando en claro que esto no tiene fines de adopción”.

Se trata “del cuidado, la alternativa, para que los niños estén en una familia de acogimiento. El concepto principal es ser un puente, un enlace para que terminen de ser adoptados” a través de los procesos judiciales que corresponden, indicó.

Para ahondar en la temática, la comisión recibió a referentes de la Asociación Voluntarios Mendoza – Avome -; de la Justicia de Familia y a la Directora General de Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, Vanina Barone.

En líneas generales, los participantes del encuentro dieron su acuerdo al proyecto y a la vez, hicieron algunos aportes que serán remitidos luego por escrito a los integrantes de la comisión.

“La temporalidad es un tema a tener en cuenta”, dijo Barone, quien señaló que según estadísticas con que cuentan en la Dirección, “sólo el 12% de los chicos sale en un año y medio” según los plazos establecidos en la legislación vigente.

Señaló que precisamente por los tiempos, “se genera una conexión con el niño y después de tres años, sacarlo de ahí, cómo hace el niño para volver a pasar por lo que ya pasó. Si se pudieran respetar los tiempos legales, estaría bien pero no es lo que nos pasa estadísticamente”.

Por su parte, desde Avome, Alicia Mayorga recordó que esta institución nace en 1971 y que de acuerdo a su experiencia, “los tiempos cuentan en cualquier lugar que esté el niño porque la situación de indefinición es siempre insalubre”, pero “esta modalidad de acogimiento familiar realmente atiende este interés superior del niño, niña y adolescente, porque qué mejor que un niño se sienta feliz y con alegría de vivir”, acotó.

De igual forma, la presidenta de Avome, Noemí Massolo, aseguró que “es importante tener un marco regulatorio” y que “si fuera posible la mayor cantidad de niños que pasen por familias de acogida sería excelente. Es una política pública de cuidado alternativo. Una política que cuando ese niño, niña o adolescente tiene una situación extrema, va a un hogar o puede ir a una familia temporaria. Es un dispositivo de política pública importante, porque está comprobado que es muy bueno el proceso que hacen los niños dentro de las familias temporarias. Pero en cuanto a los tiempos, vemos dificultades”.

En esa línea, indicó que “el meollo de la cuestión es la temporalidad en este proceso de familia de acogida. Que no pasa sólo en Mendoza, sino que en todo el país lleva a situaciones problemáticas”, y pidió al respecto “concretar un marco regulatorio que permita encauzar el sistema de familias temporarias pero teniendo en cuenta que hay que ver desde el lado de la justicia, cómo se logra trabajar acortando los tiempos para que no se produzcan situaciones desgastantes para el niño en sí”.

En tanto, el Juez de Gestión Asociada de Familia de Tunuyán, Norberto Godoy, manifestó que “esto tiene que ver con una política pública, pero hay cuestiones en las cuales estamos involucrados. Una cuestión importante es el tema de los tiempos, pero para ello, una cosa es el proceso de adopción regulado en la 9120, porque es el final de todo un proceso, pero el problema está en la parte previa, en las medidas excepcionales, trámites, abordaje, eso lo hacen los ETI o el servicio de protección de derechos”.

“Es cierto el tema de la temporalidad y los plazos, pero tanto el Código Civil como la 9120, nos fijan plazos que son regulatorios. No quiere decir que se puedan cumplir. Acá trabajamos con sentimientos, con proyectos de vida.  El plazo que fija la normativa son 180 días, lo que pasa es que estos 6 meses van a depender del caso en particular. No siempre el caso que tenemos a resolver nos permite ajustarnos a esos plazos, por muchísimas circunstancias. Cada caso, cada niño, cada historia familiar, representa una situación particular”, añadió.

Destacó que “me parece que es una buena idea tener este marco regulatorio”, pero instó a “tener en cuenta que toda norma tiene una excepción y lo importante de esa excepción es poder fundarla. Hay situaciones que no se van a modificar en plazos, porque la realidad nos indica que  a veces no es solamente un problema del niño sino de toda la familia. Son cuestiones estructurales que no se pueden revertir en tan poco tiempo”.

“Creo que el proyecto tiende a ser un granito más de arena en la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes, que contribuye de manera cierta a que un niño no permanezca en un hogar, institucionalizado”, subrayó.

Por otra parte, pidió prever la posibilidad de que el niño vuelva con su familia pensando no solamente en un proceso de adopción, y analizar la participación del Poder Judicial, “porque cuando el niño permanezca en la familia de acogimiento por una medida de excepción somos los jueces los encargados de esa medida”. En tal sentido, pidió incorporar al texto los Juzgados de Familia.

Asimismo,  respecto a los derechos que podrían tener las familias de acogimiento, expresó que “como no tienen una contraprestación en dinero, podrían articularse los medios para que mientras el niño permanezca en la familia, se reciba la AUH. También el tema de la asistencia médica, que se pueda establecer alguna metodología por la cual estas familias tengan prioridad para la atención primaria de la salud del paciente”.

En este sentido, la diputada Fernández aclaró que se está trabajando en otro proyecto precisamente para contemplar la cobertura de salud, a través de la Obra Social de Empleados Públicos.

Finalmente, María Cecilia Hom, secretaria del Juzgado de Familia de Las Heras, dijo compartir las bases de este proyecto, y subrayó que “hay cuestiones procesales a tener en cuenta para ver en qué momento aparece la figura de la familia temporaria o cuidadora”, explicando al respecto que “cuando los ETI, toman conocimiento de una situación de vulneración de derechos, tienen que asumir esta intervención y abordarla con medidas de protección, que tienden a fortalecer los vínculos familiares. Transcurrido el tiempo de la Ley, si estas medidas no surten efecto, aparecen las medidas de protección excepcional que es la separación del niño de su familia biológica para ser destinado a una institución o a una familia temporaria”.

Sobre este último punto, aportó que podría incorporarse al texto que las familias  temporarias podrían extenderse únicamente hasta resolución judicial, “a fin de evitar que el programa caiga. Porque vemos que se encariñan y piden la guarda con fines adoptivos”.  Dejar en claro que “es esencialmente temporaria y extenderse únicamente hasta la resolución judicial. Si por alguna contingencia inevitable, se extendieran los plazos, ello no modificará los fines de estas familias”.

Por otra parte, consideró que sería importante que “si el juez, con la opinión de profesionales, considera mantener un vínculo de comunicación siempre que no se obstaculice el proceso de adaptación con la familia adoptiva”, sería positivo “para no cortarle totalmente los vínculos. Recordemos que  son niños que por su realidad, se cortan sus vínculos todo el tiempo. Esos lazos no pueden desconocerse, por el contrario, deben tenerse en cuenta sin desvirtuar el programa”.


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