Se trata de un proyecto del Poder Ejecutivo con el cual se pretende además, ampliar la vigencia de la Ley 9076 – de Control y Erradicación de la Plaga Lobesia Botrana en la provincia – por una temporada agrícola correspondiente a 2021/2022

Las comisiones de Hacienda y de Economía, que presiden Jorge López (UCR) y Jorge Sosa (UCR), respectivamente, analizaron en plenario el proyecto del Poder Ejecutivo por el cual se dispone la prórroga del Programa de Control y Erradicación de la plaga Lobesia Botrana (Polilla de la Vid). Para ello, fue invitado a participar del encuentro el titular del ISCAMen, Alejandro Molero, quien explicó detalles de esta iniciativa y se explayó sobre lo actuado desde el organismo en materia de lucha contra la Lobesia.

Molero remarcó como punto importante el combate contra la plaga en el año 2016 cuando la Nación envió a la provincia una suma de dinero con la que se pudo realizar la campaña de manera completa logrando excelentes resultados: un 95% de reducción.

Explicó además  que la plaga de Lobesia Botrana fue detectada por primera vez en Mendoza en 2015, en una finca de Maipú de alrededor de 50 hectáreas de superficie. Posteriormente, al realizar los estudios sobre la provincia, se detectó la plaga en “casi la totalidad de las 120.000 hectáreas de plantaciones de vid de todos los oasis productivos de la provincia”, por lo cual  ponderó el trabajo realizado “en corto tiempo para llevar adelante esta lucha”.

“Si logramos hacer tres campañas plenas, lograremos erradicar esta plaga”, dijo, y agregó que “necesitamos el esfuerzo de todos los sectores: Nación, Provincia, productores, bodegueros, etcétera”.

Contó también que una vez realizado el trabajo en 2016, y al obtenerse buenos resultados, “nos ponía (a Mendoza) en una posición única entre los países vitícolas”, ya que sólo California logró certificar a su territorio libre de Lobesia Botrana, después de 10 años de trabajo.

Luego de ese año, indicó Molero, “el Comité Técnico y Científico, compuesto por una gran cantidad de entidades públicas y privadas con relación a la vitivinicultura, fue haciendo adaptación de las estrategias en base a los fondos disponibles”, sosteniendo una campaña de mantenimiento en los últimos dos años en la provincia.

Con respecto al diseño de las estrategias y cómo se aplican las herramientas, se indicó que este Comité Técnico y Científico determina, en el mapa productivo de la provincia, “en qué lugares toma acciones y de qué tipo, entonces se trabaja en bloques que pueden ser de 500, 600, 1500 o 3000 hectáreas; y fundamentalmente a partir del monitoreo que se hace durante todo el año, definiendo también dónde hay un incremento de la presión de la plaga, en las capturas”.

Repasó además otros factores que inciden en las decisiones que se toman como la humedad, la propia biología del animal que ocasiona la plaga, la sequedad del ambiente, y las posibles grandes concentraciones del insecto en diversos oasis con lo cual se definen las distintas técnicas empleadas. Principalmente se utiliza el método denominado “de confusión sexual”; y se explayó sobre las técnicas tanto de aplicación aérea, terrestre y la aplicación de difusores.

Finalmente, Alejandro Molero se puso a disposición para futuras reuniones sobre el tema, abogó por la aprobación de esta normativa enviada por el Poder Ejecutivo para afrontar la próxima campaña de manera eficiente.

Qué dice el proyecto

El proyecto de Ley establece además que “se tomará como base de cálculo para el presupuesto requerido para afrontar la campaña de control de Lobesia Botrana 2021/2022, los recursos requeridos para efectuar las adquisiciones de insumos y contratación de servicios necesarios para alcanzar los objetivos propuestos en el marco del Programa”, en un monto estimado de 600 millones de pesos.

El presupuesto previsto podrá ser reforzado con aportes de fondos Nacionales “a fin de incrementar los alcances del Plan de control que técnicamente el ISCAMen defina, con la finalidad de alcanzar los mejores resultados posibles respecto a la supresión de Lobesia Botrana en todo el territorio provincial”.

En tal sentido, dispone que para dar cumplimiento al Programa, “las contrataciones necesarias para la implementación específica de acciones de control de la plaga serán afrontadas con fondos del presupuesto provincial y eventualmente, con refuerzos presupuestarios de origen Nacional, asegurando el abastecimiento a productores en relación al estado de situación de la plaga para cada área cultivada, e implementación de todas las acciones de control según la biología de la plaga en nuestra provincia, con el fin de causar el mayor impacto posible sobre las poblaciones del insecto en base a un uso eficiente de los recursos destinados para ello”.

“Quedarán a cargo de los beneficiarios los gastos operativos para la colocación de insumos según corresponda, de acuerdo a la alternativa de control que el Programa defina, estando ello en función del estado de situación respecto a la presencia de Lobesia Botrana para la zona en donde se encuentre cada propiedad”, añade el texto.

Finalmente, señala que el objetivo principal de esta Ley es “la provisión de recursos financieros para poder ejecutar las acciones de control previstas únicamente durante la temporada productiva 2021/2022, debiendo arbitrarse mediante otras normativas y/o vías administrativas los recursos necesarios para afrontar futuras campañas de lucha contra Lobesia Botrana”.

En la fundamentación, se explica que “es conocido el impacto que genera sobre la producción vitivinícola de Mendoza la plaga cuarentenaria Lobesia Botrana, afectando la cantidad y calidad de la producción de uvas, mostos y vinos, comprometiendo la fuente de trabajo de miles de productores y familias que dependen económicamente de la actividad agrícola y a la industria enológica local”.

En esa línea, sostiene que la Ley Nacional N° 27.227 y la Ley Provincial N° 9076 han declarado de interés nacional y provincial, respectivamente, el control y la erradicación de esta plaga, pero que “tras haberse superado los períodos contemplados en tales normativas, los presupuestos implicados mientras se mantuvieron en vigencia no resultaron de la magnitud requerida para dar cumplimiento a los objetivos de erradicación propuestos”.

El cultivo de vid representa la principal actividad agrícola de la Provincia de Mendoza, con 151.000 hectáreas de viñedos, siendo dicho cultivo el principal hospedero de Lobesia Botrana. Además existen cultivos de frutales susceptibles al ataque de la “polilla de la vid”, por lo que evitar la diseminación del insecto hacia los mismos resulta primordial.

“La presencia de este agente en los cultivos genera restricciones para comercializar uvas o cualquier fruto que sea susceptible a su ataque, lo que puede significar la paralización comercial para muchas actividades ligadas a la producción de frutas”, se subraya.

El Comité Técnico Asesor en relación a la plaga Lobesia Botrana, conformado por entidades productivas y científicas de orden nacional y provincial “ha avalado las acciones desarrolladas por ISCAMEN para el control de la plaga, indica el texto legislativo, y agrega al respecto que este organismo, “desarrolló e implementó las estrategias de control necesarias para suprimir las poblaciones de Lobesia Botrana durante las temporadas 2017/2018 y 2018/2019, alcanzándose un decrecimiento de los niveles de detecciones del insecto en el orden del 95% respecto de las temporadas anteriores”.

Además, “en las campañas 2019/2020 y 2020/2021 a partir de los recursos disponibles, ISCAMen llevó adelante acciones de sostenimiento de los niveles de control alcanzados en campañas anteriores”, por lo que “resulta imperiosa la necesidad de implementar acciones de control contra Lobesia Botrana en la temporada 2021/2022 a fin de evitar un nuevo crecimiento de sus poblaciones, con lo que ello significaría para la producción local”.