Analizan el Programa “Mayor Respiro” para familiares al cuidado de adultos mayores con trastornos neurocognitivos

La comisión de Salud, que preside Hebe Casado (PRO), inició el estudio de un proyecto de Marcela Fernández (UCR), mediante el cual se promueve la implementación del Programa “Mayor Respiro” dirigido a abordar la sobrecarga que genera en el familiar, el cuidar a un adulto mayor con trastornos neurocognitivos.

Los objetivos que plantea la iniciativa son visibilizar y concientizar a la comunidad sobre el síndrome de sobrecarga que genera esta tarea y desarrollar e implementar estrategias terapéuticas de abordaje paliativo en beneficio de los  familiares al cuidado de una persona mayor con este tipo de trastornos.

“Los trastornos neurocognitivos implican alteraciones en las capacidades cognitivas, como la memoria, la resolución de problemas y la percepción”, destaca la fundamentación, agregando que “implican un declive significativo de los dominios cognitivos” – como atención compleja, función ejecutiva, aprendizaje, memoria, lenguaje, habilidades perceptuales motoras y cognición social -, “teniendo en cuenta el desempeño previo de los mismos”.

La Organización Mundial de la Salud define a la demencia como “aquel síndrome caracterizado por la pérdida de las funciones cognitivas anteriormente mencionadas y por el carácter crónico, progresivo y deteriorante de quienes la padecen”, subraya el texto, en referencia a enfermedades que van desde el Alzheimer hasta la enfermedad de Huntington.

Fernández, quien es acompañada por Carolina Lencinas (UCR), Sandra Astudillo (UCR) y Mauricio Torres (UP-FR), añade en los fundamentos que en la actualidad se estima que a nivel mundial, 35.6 millones de personas viven con demencia, y que “esta cifra se habrá casi duplicado para el año 2030 y se triplicará para el 2050”.

Síndrome de sobrecarga del familiar al cuidado

De acuerdo al proyecto, se entiende por familiar al cuidado al miembro o miembros de la familia que ayudan a la persona mayor con trastornos neurocognitivos, en el desempeño de las actividades de la vida diaria.

En tanto como Síndrome de sobrecarga, alude al “estado de agotamiento, tanto emocional como físico, que experimentan las personas que dedican gran parte de su tiempo a su cuidado”.

En tal sentido, el programa propuesto establece como metodología de trabajo la implementación de dispositivos psicosociales de intervención, a partir de la evaluación que se realice al familiar o familiares que se encuentren abocados a esta tarea. Estos dispositivos podrán ser: ciclos de charlas abiertos a la comunidad, asesoramientos personalizados y grupos de apoyo.

“Las estadísticas actuales mundiales, reflejan claramente el papel y perfil del familiar/es al cuidado de personas mayores dependientes”, resalta el texto, y destaca al respecto que “el 85% de las cifras representan que son mujeres, en su mayoría ama de casas, casadas, que posiblemente renunciaron a sus puestos de trabajo o a parte de su vida personal, ante la sobrecarga de tareas y retos constantes a los que deben enfrentar, ante una nueva situación que por lo general es desconocida”.

Asimismo, sostiene que “la realidad refleja que, cuidar de otra persona suele tener un impacto de gran desgaste físico y psíquico, muchos de ellos se ven afectados por el “síndrome del cuidador quemado” que se manifiesta con síntomas de: ansiedad, estrés, baja autoestima, depresión, dolor de cabeza o dolores de espalda”, por lo que “el bienestar del cuidador influye claramente en el bienestar de la persona con trastornos neurocognitivos. Es crucial que el cuidador aprenda a cuidarse”.

Autoridad de aplicación

De acuerdo a esta iniciativa, la autoridad de aplicación será el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, a través de la Dirección de Atención de Adultos Mayores, quien  podrá firmar convenios con Organismos Estatales tanto municipales, provinciales y nacionales; Organismos descentralizados de la Provincia y fundaciones, Asociaciones de la Sociedad Civil o actores del sector privado comprometidos con la temática.

En tanto, la coordinación del Programa Mayor Respiro, deberá estar a cargo de un equipo interdisciplinarios de profesionales de la salud especializados en Gerontología, con conocimientos en el manejo de grupos, familia e instituciones.


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