La comisión de Salud, que preside Hebe Casado (PRO), recibió al médico psiquiatra Manuel Vilapriño, con quien analizó un proyecto de Eduardo Martínez (PI) por el cual se propone establecer reglas claras para el funcionamiento de casas de medio camino y residencias asistidas .

Se trata de dispositivos residenciales en salud mental comunitaria, que estarán destinados a albergar y rehabilitar de manera integral a personas con padecimientos mentales. Incluye a todos los establecimientos prestadores de servicios de salud de atención general o diferenciada, con o sin intervención y sea de origen privado, mutual u obra social o público.

De acuerdo al proyecto, los establecimientos deberán estar integrados a la red de servicios de salud y contar con clara referencia a un efector - Hospital polivalente general o centro de salud - según corresponda a lo normado en la Ley Nacional de Salud Mental N ° 26. 657.

En relación a las prestaciones, dispone de provisión de alojamiento, supervisión y provisión de alimentación, supervisión de medicamentos, orientación individual y grupal de apoyo en la realización de diferentes talleres y actividades, orientados a una integración psico-social y convivencial, como así también la capacitación en oficios y entrenamientos en habilidades socio-productivas.

Para ello, deberán contar con personal de salud - médicos clínicos, psicólogos, enfermeros, licenciados en nutrición -, capacitadores o talleristas y personal de apoyo de servicios y mantenimiento.

Según explicó Vilapriño, “son pacientes ambulatorios, por lo que necesariamente no hace falta que duerman ahí. El paciente está compensado, más contenido que muchos pacientes que están en las casas ”.

Para el profesional, quien aseguró que el tema se ha analizado en la Asociación Argentina de Psiquiatría, se necesita alrededor del 10% de los presupuestos de salud para ser destinado a salud mental, dijo, “y hoy no alcanzan ni los presupuestos provinciales ni el nacional ”.

En esa línea, indica que atender la salud mental es de suma importancia. “Antes de la pandemia las tasas de depresión en Argentina era del 7 al 8%. Es una enfermedad que se nutre mucho de los factores estresantes, por lo que ahora ese porcentaje debe estar más alto y ni hablar de los trastornos de ansiedad. Es grave, lo que pasa es que no se mide la prevalencia, la tasa de suicidio, el ingreso a consumos patológicos nuevos. Esto pasa en todo el país ”.

“La problemática es mucho más compleja y con la pandemia se ha disparado. Esto es una realidad ”, subrayó.

Por su parte, para el diputado Martínez, “debemos trabajar para impulsar, mediante diversas acciones, políticas públicas y prácticas inclusivas en salud mental, la reforma integral del sistema de salud mental”.

“Consideramos que estas prácticas son parte de este proceso transformador que involucra a todos los actores que inciden de uno u otro modo en la salud de las personas, tanto del ámbito estatal como del ámbito privado, ya sean del campo de la salud, del campo de la justicia o de la comunidad en su conjunto, y que tienen la responsabilidad de asistir a cualquier sujeto que se vea afectado en el libre ejercicio de su ciudadanía, por hechos o situaciones que afecten su salud mental”, resalta en la fundamentación.

Desde esta perspectiva, “jerarquizamos el rol protagónico de la comunidad en la que se inscriben todos los ciudadanos e instituciones sociales en las que tiene lugar el devenir cotidiano de las personas. Porque es través de nuestras prácticas, y desde el lugar que cada uno ocupa según sus responsabilidades, que podemos incluir la diversidad, fruto del reconocimiento del principio universal de dignidad humana, y generar alternativas para construir dispositivos que afecten lo menos posible las libertades individuales y alojen en toda su dignidad a quien transita una situación de padecimiento en su salud mental”, añade en el texto legislativo.

Las Casas de Medio Camino, "pretenden cubrir las necesidades de las personas con trastornos mentales crónicos no sólo sanitarios, sino también de vivienda, ocupación, desarrollo personal y sobre todo de integración social y consecuentemente mejorar su calidad de vida conforme lo plantea la OMS" , índica Martínez.

Y agrega: "Se procura entonces una rehabilitación que incluirá una recuperación máxima del funcionamiento del rol social y operativo a través de mecanismos de aprendizaje y del apoyo del entorno social".