La Cámara de Diputados declaró de interés del Cuerpo el documental “La Huella Escondida - Memoria e Identidad”, a partir de una iniciativa presentada por Carlos Sosa (FdT).
Esta obra ha sido realizada por “La Huella”, productora de la Fundación Pedemonte, ganadora del Concurso 2018 del Fondo de Fomento Concursable de Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA - ENACOM), indican los fundamentos de la Resolución. A su vez, menciona que en el documental “se relatan sucesos olvidados que fomentan la identidad territorial local y el resguardo del patrimonio tangible e intangible, evidenciando las huellas que nos remontan a las etapas más profundas de nuestros procesos fundacionales”.
En los fundamentos del expediente, Sosa indica que “la Fundación Pedemonte fue creada en el año 2011 con el propósito de promover el ordenamiento cuidado y planificación del oeste mendocino, mediante acciones que aporten herramientas científicas y técnicas, buscando compatibilizar el desarrollo socio-económico con la preservación de los recursos naturales y los valores culturales de la región”.
A su vez, rescata que “la labor de la Fundación se vincula directamente con la creación de instrumentos para la transformación social y para la defensa del patrimonio de identidad de la zona”.
Este documental, declarado de interés, denominado “La huella escondida – Memoria e Identidad” es uno de los proyectos CAT (Ciencia+Arte+Tecnología) que trabaja la fundación Pedemonte. El film es una serie “en formato de película compuesta por diez capítulos en donde el arte y la ciencia se conjugan para relatar la aventura humana a lo largo de los siglos”. Se toma al agua como hilo conductor y se encuentra escenificada al pie de la cordillera de Los Andes, entre pedemontes, desiertos y valles.
“Así Mendoza, que forja su identidad en los variados pueblos que la habitaron a lo largo de los tiempos, es relatada a través de las acequias que han sabido convertir un desierto en valle fértil”, sostiene la fundamentación y sintetiza indicando que “el documental realiza un homenaje póstumo al pintor Fidel Roig Matons, el cual se amalgama con las ilustraciones temáticas contemporáneas de la artista Candela Calvin realizadas para el film”.