En el Salón Azul de la Legislatura Provincial se llevó a cabo por iniciativa de Laura Balsells Miró (PRO), el Acto de Declaración de Interés Legislativo del “50° Aniversario del Movimiento Juvenil de Peregrinos”.
Al inicio del acto, la diputada Balsells Miró destacó que “es muy importante poder dar esta distinción a los 50 años del Movimiento, del cual soy parte; y pongo en valor como me cambió la forma de ver la vida, y sobre todo la visión hacia el otro, los valores, la compasión, el amor y el respeto hacia las otras personas “.
“Son espacios donde los jóvenes se siente muy contenidos, se sienten parte, y se impacta a su espiritualidad de manera muy positiva, hace que se convierte en un nuevo ser”, subrayó.
Eligio Negri, primer presidente del movimiento, agradeció esta distinción y afirmó que “si hay una característica que ha tenido siempre el movimiento es que las primeras líneas de decisión, acción y continuidad son los jóvenes, si bien estamos acá algunos con canas, siempre son ellos los que tienen el compromiso, la fuerza y la esperanza; y nosotros actuamos como testigos de lo que pasa”
Pedro Gómez, actual Vicepresidente del Movimiento expresó que “estoy agradecido de pertenecer a este movimiento, y de que haya podido conocer a tantas personas con tanta historia y ver los frutos del trabajo de tanto tiempo, ser parte de esto y ver tantos corazones tocados, tantas personas que han madurado su espiritualidad su fe, su personalidad es un privilegio”.
Asimismo afirmó que “se busca acompañar a los jóvenes, es algo muy importante no sólo para la iglesia mendocina sino para la sociedad, que el movimiento sea parte de la formación en comunidad de las personas donde aprendemos a trabajar en comunidad a crecer juntos, a escuchar al otro, y eso es un crecimiento muy grande”.
Movimiento Juvenil de Peregrinos
En los fundamento de su proyecto de resolución Laura Balsells Miró afirma que el movimiento quedó formalmente constituido el 30 de junio de 1972 e inició sus actividades aquel 17 de agosto, de la mano del primer retiro de varones denominado “Copos de gracia”. De esta manera comenzaron los retiros de conversión que denominaron “Oasis”.
En ese mismo año le siguió un segundo retiro para mujeres. De esta forma las vivencias se siguieron multiplicando: nació Peregrinos II Centro, Peregrinos II Este y las experiencias llegaron hasta replicarse en Valparaíso (Chile).
En 1990 se vio la necesidad de ofrecer un proceso de crecimiento espiritual para los jóvenes que realizaban actividades en parroquias. Así fue como surgió el “Oasis parroquial”.
Ya en 1999, y ante la necesidad de brindar contención espiritual y guiar en la misión en la vida adulta, nació Peregrinos III Centro. El mismo estaba destinado a mayores de 27 años. Y en 2007, el Este también abrió las puertas a los “jóvenes adultos”. Luego en 2017 se realizó el primer oasis de parroquiales en esa zona del este provincial.
Este 2022 vuelve la experiencia del Oasis al Valle de Uco, más precisamente a Tunuyán. En la actualidad, asisten personas desde los 16 hasta los 35 años y siguen sumándose atraídos por la propuesta espiritual, llegando a conformarse nueve comunidades en Mendoza.
Son ya 585 retiros que han transformado la vida de más de 20.000 jóvenes en todo el territorio provincial. A partir de estos “Oasis”, los participantes quedan insertos en el movimiento para vivir un proceso continuo de espiritualidad. Se los invita a formar pequeñas comunidades llamadas “Remansos”, en los que comparten con sus pares la fe y la vida.
“Es importante la participación juvenil en estos grupos porque, en primer lugar, el grupo es una respuesta a la sed que tiene el joven de afirmarse personalmente y socialmente. El grupo afirma su propia personalidad y pertenencia donde se siente conocido, aceptado, estimado y realizado. En el grupo el joven se relaciona con otras personas de su misma edad y aprende a comunicarse. Allí se satisfacen sus necesidades básicas de toda persona: afecto, aprobación, seguridad, apoyo y solidaridad”, señala la legisladora.
También subraya que “en el grupo ayuda a madurar la identidad social, ayuda a el/la joven a salir de sí mismo y relacionarse con los demás, favoreciendo el diálogo y la comunicación entre iguales. Las/ los jóvenes se sienten a gusto en medio de otros jóvenes, que tienen los mismos problemas, el mismo lenguaje y los mismos valores. Se provoca la amistad, se aprende a dialogar, hablar (expresa las propias ideas), escuchar (respetar la opinión del otro), etc.”
“La finalidad del Movimiento Juvenil de Peregrinos es la de evangelizar a adolescentes y jóvenes para ser Iglesia viva que sirve a las personas en comunión con Cristo Jesús. El carisma del Movimiento Juvenil Peregrinos se apoya en la conversión y en la espiritualidad”.
Finalmente, recalca que “el aporte del Movimiento Juvenil de Peregrinos es de gran importancia para la historia de Mendoza ya que por año son alrededor de 400 jóvenes, de entre 16 a 35 años, que atraviesan juntos esas vivencias y que, a lo largo de estos 50 años, han sido aproximadamente 20.000 personas que se unen en el sentir de servicio al prójimo y que a través de actividades de apostolado en la comunidad, han abarcado a sus poblaciones más vulnerables”.