La comisión de Derechos y Garantías de la Cámara de Diputados, que preside José Luis Ramón (Protectora), llevó a cabo la primera de dos jornadas de consultas sobre el tema Mapuche en Mendoza. La segunda se desarrollará el próximo jueves.

En esta comisión, se reunieron todos los expedientes presentados por diputados y diputadas referidos a la temática; de allí la iniciativa de realizar estos encuentros para recibir los aportes y visiones de distintos sectores.

En esta oportunidad, participaron los historiadores Pablo Lacoste y Andrea Greco, y el antropólogo Gustavo Neme; quienes expusieron sus pareceres y saberes sobre el tema en debate.  En ese sentido, se acordó que se incorporen a los expedientes obrantes en la comisión, todas las publicaciones y material científico que los especialistas han producido al respecto, así como lo expuesto durante la jornada.

El Dr. Pablo Lacoste, indicó “la necesidad de valorar el legado de los pueblos indígenas”, como la cultura del agua, del riego, del agro, los ponchos pehuenches, la cosmovisión,  la cultura de la montaña y el arriero, la valoración del ambiente natural de zonas áridas, su gastronomía, las plantas medicinales y aromáticas y la belleza estética.  “Es importante entender que Mendoza no es una provincia blanca, ni el país, sino que es un territorio mestizo”, “nosotros surgimos del mestizaje de europeos, indígenas y africanos”, añadió.

En segundo lugar, dijo que los pueblos originarios de Mendoza fueron Huarpes, Pehuenches, Chiquillanes y Puelches, quienes contribuyeron con la cultura del agro, del riego, de la sal y del arriero. Y aseveró que a veces, se crean “productos de laboratorio” que “pueden tener efectos secundarios” y “desencadenar procesos que escapan al control de los creadores”.

Hizo un repaso en torno al conflicto chileno en la región austral, y sostuvo que “hay una buena voluntad de apoyar la causa de los pueblos indígenas, los queremos, los necesitamos, tenemos mucho que aprender de ellos”, pero cuando se arman “idearios”, se genera lo que la teoría de las Relaciones Internacionales llama el discurso del Irredentismo, que “activa los sentidos y las emociones y la gente está dispuesta a hacer lo que sea” y “esto es muy peligroso”. Añadió que hay que tener “cuidado” con “mapas erróneos”, porque pueden desencadenarse problemas “que no podemos controlar”.

Por su parte, Gustavo Neme aportó una mirada arqueológica y antropológica. Consideró que “hay una discusión entre arqueología y antropología, vinculada a los conceptos de autopercepción”, lo que hace que “el problema sea extremadamente complejo porque aparte de las miradas diversas se mezclan cuestiones vinculadas a la política, a la economía, y a intereses de instituciones o personas que buscan sacar algún tipo de rédito”.

Haciendo un repaso de los pueblos Huarpes, Puelches y Pehuenches, dijo que son “los pueblos originarios que vivieron en la provincia como mucho en los últimos mil años, pero hay ocupaciones humanas que se remontan a 10 mil u 11 mil años atrás, en cuyo tiempo hubo transformaciones que indican que fue ocupada por diferentes grupos que no sabemos sus nombres porque no están escritos”.

En esa línea, desde el punto de vista arqueológico, indicó que  a través de distintos estudios “tenemos una primera imagen que los grupos del sur de Mendoza están vinculados a los de la Patagonia” como así también que “sabemos que las poblaciones de nuestro territorio están cruzadas por una innumerable cantidad de acervos y que hoy más del 50% de la población argentina tiene sangre de pueblos originarios”.

“El tema de los mapuches, en el sur de Mendoza, sabemos que es un problema tardío, que se restringe a los últimos 200 o 300 años y que los grupos que vivían en el sur de Mendoza eran Puelches, que eran diferente a los Mapuches”, y agregó que la lengua, que es importante para determinar la pertenencia “es diferente”. “Tenemos diferencias genéticas, de lengua y por el registro arqueológico sabemos que en el sur mendocino los mapuches comienzan a llegar hacia fines del siglo XVIII y principios del XIX”.

“Son originarios del territorio de la Araucanía y comienzan a entrar al territorio argentino a partir de la llegada de los españoles a Chile, quienes presionan a estas poblaciones y las hacen trasladarse, desplazando a algunos pueblos originarios que vivían acá. Este es un proceso reflejado en documentos escritos y el registro arqueológico”.

“Es importante no estigmatizar porque este proceso se da un contexto histórico muy difícil en el que la lucha por la subsistencia hacía que cada pueblo hiciera lo necesario para subsistir”, expresó, subrayando que “los mapuches no son un pueblo originario de la provincia de Mendoza y cuando ingresan, es hacia finales del siglo XVII”.

A su turno, la Dra. Andrea Greco de Álvarez sostuvo que “está acreditada la presencia de Huarpes en el norte de Mendoza, y Puelches y Pehuenches en el sur. Los Mapuches no  se encontraban en el territorio del sur de Mendoza al momento de la llegada de los europeos” Agregó que los estudios llevados a cabo se realizan sobre la base de documentación que es la base principal del estudio histórico “como disciplina científica”.

Remarcó la historiadora que “acerca del origen y ubicación del pueblo araucano-mapuche hay sobrados ejemplos y datos de su ubicación en el centro-sur de Chile”, y sostuvo que a muchos de otros grupos no se le reconocieron tierras como si ha sucedido con los grupos “Mapuches”.

Remarcó que “si lo que se intenta solucionar es algún tipo de injusticia respecto de los puesteros, debemos recurrir a la Ley 6086, de Arraigo Puestero”, y añadió que “a una injusticia se le responde con justicia y no con falacias. Si lo que está en juego es esto, hay que asumir la responsabilidad que corresponde y dar una solución”.

Tras las exposiciones los legisladores realizaron consultas y se aclaró que el próximo jueves, será el turno de representantes del INAI y de comunidades originarias, tal como anticipó el titular de la comisión, para luego proceder a debatir internamente a fin de elaborar un dictamen.