En el Salón Azul de la Legislatura de Mendoza, se realizó el Acto de Reconocimiento al Dispositivo Radial de salud mental infanto juvenil “El Árbol Rojo”, que promueve el protagonismo y el empoderamiento de niños, niñas y adolescentes. La iniciativa corresponde a Cecilia Rodríguez (UCR).
Estuvieron presentes, la diputada Cecilia Rodríguez; la Coordinadora de los Centros de Salud Mental Infanto Juveniles de la Provincia, Adriana Dolengiewich; la Coordinadora del Centro Infanto Juvenil de la Zona Este, Laura Mocayar; y el Responsable del “Árbol Rojo”, Fabricio Fiochetta.
Al inicio del acto Rodríguez expresó que “es un placer para nosotros contar con la presencia de todos ustedes, porque reconocemos el trabajo realizan como fundamental para nuestra sociedad, realmente queremos felicitarlos y poner en valor su tarea”
Además señaló que “la idea de este acto es poner en valor no solamente el programa, como dispositivo radial, sino también lo que implica en relación a la salud mental; me pareció muy interesante la manera de abordar la comunicación y cómo utilizan la radio para dar voz, para debatir distintas cuestiones, y también para producir contenidos; y como eso lo utilizan en el abordaje de distintas problemáticas dentro de la salud mental”.
Al finalizar la entrega de diplomas y reconocimientos, la cantante María Eugenia Simionato, interpretó para los presentes, canciones de su autoría.
En los fundamentos de su proyecto, Cecilia Rodríguez afirma que en Mendoza existen nueve Centros Preventivos y Asistenciales de Salud Mental Infanto Juvenil, que dependen de la Dirección de Salud Mental y Adicciones del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes. Ofrecen un abordaje ambulatorio interdisciplinario especializado en problemáticas de salud mental de las infancias y juventudes. Atienden a pacientes hasta los 18 años, con georreferencia departamental o zonal.
En este sentido afirma que los centros preventivos y asistenciales de salud mental de la provincia utilizan el artificio de la radio para expresarse, crear, aprender y comenzar a sanar sus silencios. Promovido por el Estado, El Árbol Rojo incluye a todos frente al micrófono y en la producción. También se difunde por YouTube y otras redes sociales.
“Desde el Centro Preventivo y Asistencial de Salud Mental Infanto Juvenil 9 de Tupungato en articulación con la radio escolar del IES 9-009 FM Cerrillos 107.3, en 2017 surge el programa radial denominado El Árbol Rojo que tiene como eje la participación protagónica de niños, niñas y adolescentes. En 2018, se replicó la experiencia en la radio escolar del IES 9-001, la FM Latinoamérica 102.9, con adolescentes del Centro Preventivo y Asistencial de Salud Mental Infanto-Juvenil 5 de la zona Este. En el año 2020, contexto de la pandemia de COVID-19, El Árbol Rojo comenzó a transmitir por streaming y a difundir las voces de chicos y chicas de toda la provincia”, afirma la autora.
Asimismo explica que, además de los programas radiales en vivo, se realizan radios abiertas en actividades públicas, se replican las producciones en radios comunitarias como la FM La Mosquitera 88.1, FM Jardín 87.9 de Junín y la red de radios escolares del programa de Radios y Medios Escolares de la Dirección General de Escuelas de Mendoza. También participan en instancias de vinculación con otras instituciones y proyectos donde se hace presente la experiencia que promueve El Árbol Rojo; podemos mencionar la cátedra de Salud Mental y Derechos Humanos de la carrera de Trabajo Social de la UNCuyo, La Colifata y Radio El Botellón.
“En El Árbol Rojo, los chicos y chicas proponen y debaten temas que quieren tratar en la radio. Elaboran entrevistas, radioteatros, crónicas, columnas y otros espacios. Llevan adelante los vivos o las grabaciones y participan en todas las etapas de la producción radial. Para ello existen instancias de formación para el desarrollo de capacidades vinculadas a la comunicación radial y se promueven espacios de organización de los niños, niñas y adolescentes. Desde 2017, alrededor de 300 niños, niñas y adolescentes han participado en este dispositivo y debatido, reflexionado y expresado su opinión en temas como el medio ambiente, la violencia de género, el maltrato infantil, las relaciones familiares, sus escuelas, sus comunidades, sus sexualidades, el tiempo libre, el deporte, las artes, la educación vial, los mitos y creencias populares, los pueblos originarios, el proyecto de vida, el consumo de sustancias, las nuevas tecnologías, la salud integral, la vulneración de derechos, el derecho al voto adolescente, entre otros.
“Los niños, niñas y adolescentes con problemas de salud mental siguen teniendo capacidades, inquietudes y metas como cualquier otra persona. Sin embargo, todavía existen barreras que obstaculizan su derecho a la participación, como los prejuicios, la discriminación, las etiquetas, la falta de información y formación, el tradicionalismo o el escepticismo. Poder participar en la toma de decisiones y hacer valer sus derechos ofrece ventajas tanto desde la perspectiva del ejercicio de la ciudadanía como para el empoderamiento, la recuperación y la participación en comunidad”, concluye la legisladora.