La comisión de Economía, Energía, Minería e Industrias, que preside Guillermo Mosso (DF), prosiguió el análisis de una iniciativa presentada por José Manuel Vilches (UCR) que impulsa modificaciones a la Ley nº 6.817 referida a “la promoción, protección y desarrollo de la  actividad apícola en la Provincia de Mendoza”.

De la reunión participó Damián Carbó, titular de la Dirección Provincial de Ganadería, quien ha mantenido contacto con los legisladores sobre este tema y más específicamente con Vilches, quien también concurrió como invitado a la comisión, a quien le adelantó algunos puntos importantes respecto a la temática.

En la fundamentación del proyecto, el diputado Vilches sostuvo que la Ley nº 6817 “implicó un puntapié inicial para la actividad, y un respaldo y reconocimiento por parte del Estado”, aunque “sus aportes han quedado desactualizados con el pasar de los años”, porque además, la actividad apícola “ha cambiado sustancialmente” desde la sanción de esta ley en el año 2000.

En este sentido, Vilches sostiene que “es necesario adaptar el control con la utilización de nuevas tecnologías por parte del Estado Provincial, de tal manera que brinde mayor certeza de lo declarado por cada uno de los productores que llegan de otras provincias y obtener una geo-referenciación de los apiarios ubicados en nuestra provincia, con el fin de acompañar el ordenamiento territorial para poder mejorar y modernizar los controles respectivos a la actividad”.

En sí mismo, el legislador plantea en el proyecto que entre los objetivos más importantes está: mejorar el control de ingreso y egreso de colmenas a la Provincia de Mendoza por medio de una mayor capacitación al personal de ISCAMEN, y acompañar a los productores a través de un mejor ordenamiento territorial en relación a los apiarios (que evite la superpoblación); entre otros.

Sobre estos temas, se expresó Damián Carbó quien indicó que modificar la legislación vigente “es una necesidad” porque de ese modo se puede dar más orden al sector apícola. “Este sector está en permanente desarrollo, en Mendoza hay alrededor de 500 productores”, aunque llamó la atención sobre los productores apícolas trashumantes que ingresan en diferentes épocas a Mendoza, y concurren por la floración temprana que tenemos en la provincia.

Añadió Carbó que “es necesario el ingreso de los trashumantes” ya que los productores agrícolas y frutícolas de la provincia precisan de la polinización que realizan las abejas. Indicó el funcionario que hay algunos inconvenientes dados por la declaración que realizan de las colmenas que ingresan versus las que egresan, puesto que se ha observado que algunos han declarado menos cantidad de colmenas al egresar de la provincia y esto está dado porque tributan más.

Asimismo, destacaron en la mesa que es necesario el mapa apícola sobre el cual trabajan, confeccionan y actualizan ya que es preciso conocer el lugar en el que se encuentran cada una de las colmenas con el objeto de que no haya superpoblación de las mismas en ciertas zonas. También, es necesario intervenir en la trashumancia interdepartamental que se realiza ya que hay zonas con mayor cantidad de productores que se trasladan y producen un impacto en otro departamento que cuenta con menos productores.

Sobre este tema, Vilches destaca en la fundamentación de su proyecto que “las principales zonas productoras se encuentran situadas en San Rafael, General Alvear, Valle de Uco y Lavalle”, algo con lo que coincidió Carbó quien añadió que el 70% de la actividad apícola de la provincia se desarrolla en el Sur.

Finalmente, otro dato que subrayó Carbó en el encuentro, ante la consulta de legisladores, es que son alrededor de 60 productores trashumantes los que se trasladan a Mendoza con sus colmenas pero “cada uno trae una carga alta; impactan fuerte en los productores locales”, y son procedentes de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, San Luis, Entre Ríos.

De acuerdo a lo que establece el proyecto de Vilches para la modificación de la legislación vigente, se intenta también el desarrollo y promoción de la producción apícola por medio de cursos de formación, capacitaciones y un acercamiento de la actividad apícola a la juventud. También otorgar facilidades, sea a través de créditos y préstamos y/o ayudas materiales, vinculando a los apicultores con mercados y ferias a fin de promover su comercialización; y fomentar un recambio cultural que dé cuenta de las bondades de los productos derivados de la apicultura y especialmente de la miel mendocina como marca propia y regional que distinga a nuestros productos en el mundo.

Una vez finalizado el encuentro acordaron en la mesa continuar con el estudio del proyecto, realizarle aportes a la redacción final y volver a abordar el tema en la próxima reunión.