Por iniciativa de la diputada Evelin Pérez (UCR) la Cámara de Diputados declaró de interés el Proyecto de intervención Educativa “Señas que Enseñan a vivir mejor”, que pretende crear un espacio de prevención de la diabetes 2 para las personas sordas.
El proyecto “Señas que enseñan a vivir mejor”, se inició en el año 2023 con una prueba piloto y constituye una propuesta interdisciplinaria, que incluye en el equipo, a personas sordas, profesores de sordos, intérpretes en LSA, además de educadores en diabetes, médicos, nutricionistas y bioquímicos. Las personas sordas, partir de la participación en el proyecto, consideran que han sido visibilizadas y reconocidas como sujetos que requieren rever formas de comunicación, para acceder al sistema y a la educación para la prevención de la diabetes.
En el acto de reconocimiento acompañaron a la diputada Pérez, los legisladores Emanuel Fugazzoto (PV) y Laura Balsells Miró (JxL-LUM), el presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes, Martín Rodríguez, la presidenta de la Asociación Argentina de Sordos, Marisol Francica, y la titular del proyecto “Señas que Enseñan para vivir mejor”, María Evangelina Sosa.
La diputada Pérez consideró “que las herramientas de inclusión necesitan de grandes proyectos y a veces con pequeños pasos, como estos, que tienen que ver con detectar la real necesidad de la persona. Nos permitimos cambiar la realidad de una persona que tiene una dificultad, generando inclusión realmente”.
En ese sentido, agregó que “es importante difundir estos proyectos y ser puente para que esto pueda seguirse en el tiempo y conseguirse el resultado real, que es alcanzar a la población más vulnerable y darle herramientas para que su vida sea mejor y para que tenga oportunidad de vida más integrada”.
El Proyecto “Señas que Enseñan”, “responde a la necesidad de iniciar un proceso que luego se traduzca en política pública, de atender dentro del sistema de salud de la Provincia con proyección a nivel regional y nacional, a las personas sordas en riesgo para diabetes 2”, expresó, a su vez, en la fundamentación del proyecto que dio origen al reconocimiento.
Por su parte, Evangelina Sosa, nutricionista y educadora en diabetes, explicó que “se viene trabajando en el proyecto para la prevención de la diabetes tipo II para personas sordas. Hemos elaborado materiales y estrategias específicas para que las personas sordas puedan comprender los contenidos”.
Respecto al reconocimiento de la Cámara Baja a la iniciativa, señaló “que nos reconozcan tiene varias aristas, la posibilidad de que este proyecto sea visible y que nos den apoyo, la atención integral de las personas sordas en el sistema de salud, y además me da mucha emoción y mucho orgullo pensar que hay dirigentes que tienen compromiso y corazón de ayudar verdaderamente a la gente”.
En tanto el Dr. Rodríguez se explayó sobre las consecuencias de padecer diabetes tipo II y rescató “a la educación como estrategia para posibilitar que las personas sordas tengan acceso a la salud y no abandonen los tratamientos por no entender lo que les dicen”. También se refirió a la “vocación como pilar fundamental, ya que la persona sorda es vulnerable y necesita ser comprendida y tenida en cuenta en las consultas y terapias a las que accede y este proyecto le da esa oportunidad”, dijo.
“Según datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación, cada año, en Argentina, nacen entre 700 y 3.500 bebés con hipoacusias de diverso grado y diferentes causas. Aún en situación social más adecuada, la sordera y la falta de conocimiento del equipo y sistema de salud para la vinculación efectiva, deja en general a la persona con hipoacusia con una baja comprensión de los contenidos de las entrevistas en salud. Esto se traduce luego en una disminución de la consulta preventiva o de control”, aseguró el profesional.
A través del lenguaje de señas Marisol Francica agradeció el gesto de la Cámara de Diputados y la “posibilidad que con este proyecto tenemos los sordos de cuidar más nuestra salud”.
La finalidad de la iniciativa es la de acompañar a estas personas en el proceso de “re vinculación con la atención en salud, como también afianzar el espacio e impulsar nuevas herramientas y procesos que ayuden a los profesionales en el abordaje educativo y el acompañamiento de la persona sorda en otras localidades del país y países vecinos”.
“Las personas sordas conforman minorías lingüísticas, convirtiéndose en extranjeros en su propio país, ya que quedan muchos de ellos, excluidos, al no interpretar completamente la lengua oral y es baja la cantidad de personas oyentes de nuestro país, que hablan la LSA. Estudios científicos muestran que la baja adherencia a las prácticas de prevención de enfermedades, se debe la falta de información por problemas comunicativos entre el personal de salud y los pacientes sordos”, se especifica en los fundamentos de la Declaración de Interés.