Los integrantes de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, que preside Daniel Llaver (UCR), recibieron a representantes de la Escuela Usui de Reiki de Mendoza, para profundizar en el tratamiento del proyecto de Ley de Sonia Carmona (PJ-FPV- MC) que reconoce y habilita la tarea del terapeuta de Reiki como método integrativo y complementario en el sistema de salud público y privado. Esta iniciativa fue desarchivada para su tratamiento por iniciativa del diputado Edgardo Civit (PJ), presente en la reunión de tablas.
Así, Verónica Caballero comentó que esta técnica “se aplica en Estados Unidos y Chile como terapia alternativa”, acotando que “el terapeuta del reiki trabaja desde el silencio, a la persona se la contiene, puede trabajar en hospitales tanto públicos como privados”, asegurando además que la terapia “funciona en ataques de pánico o de ansiedad y sobre el dolor”.
Reconoció que a la fecha “hay desorden en cuanto a la cantidad de escuelas existentes”, afirmando que “es necesario regularlas para optimizar los beneficios que aporta el Reiki, según se ha podido probar”.
Desde la institución señalaron que “en la Escuela Argentina de Reiki, con sede en Buenos Aires, hay un código de ética” y que “es necesario regular la actividad a través de un cuerpo colegiado y que se reconozca al terapista de Reiki”.
Los invitados, aseguraron también que “hay médicos reikistas en Mendoza, es decir, profesionales de la salud que aplican esta técnica como complemento en algunos de sus pacientes”. Sugirieron también que “sería muy bueno que cada provincia regule esta actividad”, trayendo a colación el proyecto del parlamento argentino para regular y reconocer las diferentes terapias alternativas y/o complementarias.
Los reikistas insistieron en que “el aumento de prácticas y terapias de Medicinas Tradicionales y Complementarias, de su uso por parte de la población, genera la necesidad de reconocimiento legal para regular, garantizar y promover que el uso sea racional, informado, seguro, eficaz, oportuno y de calidad”.
La diputada Elisabeth Crescitelli (UCR) indicó que “todo lo que hace a lo biosocial pertenece a la elección subjetiva de cada uno, está permitido”, pero consideró que “no debe ser el Ministerio de Salud de la provincia quien institucionalice esta práctica. No hemos prohibido nunca las terapias que alivien el dolor desde lo subjetivo. Es una elección individual, cada uno recurre a esas y otras herramientas, pero en lo personal no veo la necesidad de reglamentación. Le daríamos una tarea más al Ministerio”. Por otro lado dijo que “estamos hablando de esta escuela pero también hay otras y cada una de estas escuelas deben tener una curricula avalada por la CONEAU para que podamos avanzar en su tratamiento”.
El diputado Llaver avaló esta posición de su par señalando que “falta determinar quién controlará y ordenará”, agregando que “hace falta un protocolo de trabajo, especificar qué técnicas se aplican, las competencias, saber de qué modo se nomenclará y cuáles serán los estándares para generar confianza”.
Asimismo, sostuvo que “son terapias complementarias no alternativas” y reafirmó que “hoy el Reiki no está, en Argentina, avalado por la CONEAU lo que dificulta estar dentro del sistema de salud y definir quién es o no es reikista”.
El expediente en cuestión seguirá en la comisión, sugiriendo los legisladores que los terapistas de esa disciplina elaboren una currícula que pueda ser avalada por las áreas pertinentes del Poder Ejecutivo.