Los integrantes de la comisión de Economía, Energía, Minería e Industria de la Cámara de Diputados, que preside Guillermo Mosso (PRO) recibieron al referente apícola del INTA, Sebastián Ávila y al apicultor Daniel Avena, para continuar con la ronda de consultas sobre el proyecto de Ley de José Manuel Vilches (UCR), que plantea modificaciones a la Ley 6.817, sobre la promoción, protección y desarrollo de la actividad apícola en la Provincia de Mendoza.
Esta normativa, además de la actualización que pretende, también se refiere específicamente a los productores apícolas que ingresan a la provincia, fundamentalmente en época primaveral, y que si bien son necesarios por la polinización y beneficios para los productores locales, su recorrido en la provincia “debe ser controlado y focalizado de acuerdo a las necesidades que se tengan en diversas áreas”.
En ese sentido, el proyecto propone como objetivos “acompañar a los productores a través de un mejor ordenamiento territorial en relación a los apiarios (que evite la superpoblación en las áreas a cubrir)” y “un sistema de geo-referencia”.
Sobre los puntos referidos en la pieza legislativa el ing. Ávila manifestó que desde el INTA se realizó un comparativo de la legislación vigente con las modificaciones propuestas, acotando que “a nivel nacional no hay una Ley que contemple la actividad apícola”.
Consideró que las modificaciones “son necesarias, aunque la Ley que tenemos no es mala, está bueno agregarle algunas cosas, el problema ha sido la implementación”, agregó.
“Si bien la Ley propone la renovación y actualización permanente de control, lo que hay no es suficiente para lograrlo”, observando además que “será difícil realizar el mapa apícola sin recursos económicos ni humanos”.
El proyecto en análisis propone también “desarrollar y promover la producción apícola por medio de cursos de formación, capacitaciones y un acercamiento de la actividad apícola a la juventud por medio de la inclusión en la currícula de escuelas secundarias técnicas agroindustriales y la posibilidad del dictado de carreras relacionadas en el nivel superior”.
Sobre el particular, desde el INTA, Ávila señaló que “es bueno educar en apicultura en las escuelas” pero planteó que “no hace falta incorporarlo en las currículas, porque nosotros - dijo -, vamos a distintos establecimientos escolares a dar charlas sobre el tema con muy buena recepción”, a lo que Mosso agregó que quizá una alternativa sería poner esta propuesta en la reglamentación ya que “nosotros queremos que salga la mejor Ley”.
Respecto a delimitar las zonas para instalar colmenas, aseguró que “es difícil de determinar si no imposible, como así determinar la carga insectaria adecuada para cada zona porque no solo hay abejas sino hay insectos polinizadores” por lo que opinó que “ese tema de la zonificación no se debería modificar”.
Agregó además que “no es sencillo determinar la carga apiaria, está la actualización anual del Renapa (Registro Nacionales de Productores Apícolas) pero es cierto que vienen colmenas de afuera y sería importante determinar que vengan sanas, con control sanitario”, remarcando que “hoy no se controla, no hay chequeo de las colmenas que vienen de otras provincias”.
Una de las solicitudes formuladas por el apicultor Daniel Avena tuvo que ver con “la necesidad de generar incentivos para el sector, como, por ejemplo, la implementación de créditos blandos”, comentando que “nosotros exportamos tecnología blanda y dura. Nos buscan productores de Nueva Zelanda, Estados Unidos y otros países donde somos muy respetados”.
No obstante las observaciones ambos apicultores coincidieron en que “esta es una situación importante, que haya gente interesada en nuestro sector y en modificar una Ley que es bastante vieja. Consensuamos y plasmamos en ese documento que dejamos a ustedes lo que pensamos al respecto”.
Avena también subrayó que hay un Consejo Provincial Apícola, del que fue presidente, y que está constituido por representantes de todos los Departamentos de Mendoza y de funcionarios de organismos relacionados al sector.
“Funcionó muy bien los primeros años y de a poco, fue decayendo porque en el INTA había cinco personas dedicadas a la apicultura y hoy en el INTA solo hay una persona; desde ganadería se ha perdido el aglutinamiento para participar del consejo apícola”, considerando que ante estas circunstancias el apicultor verá esta Ley como “un modo de controlarlos más”, argumentando que, a su criterio, “hay que hacer un trabajo de aglutinamiento de apicultores para poder controlar, pero con incentivos que los motiven a participar”.
El proyecto propone, además, “acompañar a los productores a través de un mejor ordenamiento territorial en relación a los apiarios (que evite la superpoblación en las áreas a cubrir)”, y “un sistema de geo-referencia”, para poder obtener un mapa apícola que permita tener una visión general de dónde está ubicada la apicultura no sólo de Mendoza, sino de los trashumantes, a los que les otorga un permiso.
El proyecto continuará en tratamiento en la comisión y para seguir profundizando en el mismo, los legisladores establecieron que próximamente visitarán apiarios del Valle de Uco.