A través de su presidente, Andrés Lombardi, y por iniciativa de Laura Balsells Miró (PRO), la Cámara de Diputados firmó un “Compromiso por la Paz”, con la finalidad de promover la paz en las “acciones, palabras y decisiones, entendiendo que la paz no es sólo la ausencia de violencia sino la presencia de justicia, respeto y solidaridad en todos los aspectos de nuestra vida”.
Este compromiso surgió en el marco del Foro realizado la semana pasada en la Legislatura, del que participaron referentes de distintos sectores. Allí, se acordó el refrendar este compromiso “funcionarios, legisladores, políticos, líderes religiosos, jóvenes, alumnos, docentes y todos los ciudadanos aquí reunidos, conscientes de la responsabilidad que tenemos como constructores de una sociedad más justa, equitativa y pacífica, dando cumplimiento a los Tratados de Derechos Humanos con jerarquía constitucional (Art. 75, inc 22 CN)”.
De esta forma, se comprometen además a “trabajar para erradicar toda forma de violencia, ya sea física, verbal, social, política o estructural, creando un entorno seguro y armonioso para nuestras comunidades y generaciones futuras”, así como a “fomentar el diálogo como herramienta fundamental para resolver conflictos, valorando y respetando la diversidad de opiniones y reconociendo que el entendimiento mutuo fortalece el camino hacia la paz”.
De igual forma “proteger y cuidar el medio ambiente, reconociendo que un mundo pacífico sólo es posible si respetamos y preservamos los recursos naturales que compartimos”; “defender los derechos humanos y promover la igualdad, sin distinción de raza, religión, género, ideología o condición social, asegurándonos de que cada persona viva con dignidad y respeto”.
También busca fomentar “la educación para la paz, reconociendo que la enseñanza de valores como la empatía, la tolerancia y el respeto son esenciales para construir una cultura de paz que trascienda generaciones”; “cuidar y proteger a los niños y niñas, quienes son el futuro de nuestra sociedad, asegurándoles un mundo libre de violencia y lleno de oportunidades para desarrollarse plenamente”, y finalmente, “dejar un legado de paz a las generaciones futuras, comprometiéndonos a construir un mundo más justo, equitativo y sostenible, donde todos puedan vivir en armonía y respeto, y donde la paz sea un derecho y una realidad compartida por todos”.