“Dentro de todo se están haciendo las cosas bien más allá de las deficiencias de la parte estructural que ya no da para más” explicó el titular de la bicameral, Mariano Ficarra.
Además, continuó Ficarra en referencia a las condiciones edilicias, “se deben tomar medidas urgentes para descomprimir esta situación”.
El diputado habló también de un emplazamiento por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que se repare un sector del penal que no se habría cumplido y opinó que “corresponde desde la Legislatura hacer el esfuerzo necesario para que la Provincia cumpla con los requisitos y los pactos a los que hemos adherido”.
En el mismo sentido, la vicepresidenta de la bicameral, la senadora Alejandra Naman, afirmó que “no podemos sentir como mendocinos que estamos conformes con esta cárcel” y agregó que hace falta “dinero y voluntades” para intentar una solución.
Naman apeló a la responsabilidad social de aquellos empresarios que le dan una oportunidad a quienes delinquieron pero “quieren reinsertarse en una sociedad que en un principio los excluyó socialmente”.
Con respecto a la ley de excarcelaciones modificada recientemente, ambos responsables de la comisión Bicameral de Seguridad coincidieron en que es necesario rever los cambios a la legislación.
Según Ficarra “no contamos con la infraestructura necesaria para atender la cantidad de reclusos” y por eso se debe “analizarla en conjunto con Senadores y, si es posible, modificarla para que tengamos una ley que nos sirva a todos los mendocinos”.
Por su parte la senadora coincidió y agregó que se deben estudiar los “errores técnicos” que tiene la norma y trabajar en conjunto con la Justicia. “De nada nos sirve que se esté llenando como se llena la cárcel si no logramos mitigar los efectos de la inseguridad”, dijo Naman.
Finalmente, el prefecto Eduardo Orellana, enumeró algunos logros que se han alcanzado últimamente como la disminución de la violencia y la mejora del trabajo de los penitenciarios luego de la incorporación de 200 nuevos agentes (distribuidos en los distintos penales), el control sobre las actividades dentro del penal, la puesta en marcha de un programa para alojados drogadependientes; que incluye trabajo intrafamiliar, y la disminución de aislados debido a la mejoras en la convivencia de los internos.