En nombre de los dirigentes habló el secretario del Club Gimnasia y Esgrima, Sergio Lorenzo quién también recordó el paso de Jorge Julio por la institución y resaltó el trabajo que siempre realizó en cada una de las divisiones de fútbol y que hoy continúa realizando.
Por último el ex técnico Jorge Julio agradeció el homenaje dijo que “estaba satisfecho con todo lo que había realizado, pero el agradecimiento más importante era para los jugadores de todos los clubes, porque gracias a ellos hoy puedo recibir esta plaqueta”, Indicó que “me gustaría que el fútbol de Mendoza vuelva a ocupar los primeros lugares y a tener esa rica historia futbolística”.
Al mencionar su historia se indica que Jorge Julio, cumplió 80 años el 9 de julio pasado, nació y creció en el barrio de Las Morochas en Junín, Provincia de Buenos Aires, a pocas cuadras del centro, de la cancha del club Sarmiento, el más popular de la ciudad y de la quinta de los Suárez.
Su familia tenía un almacén de ramos generales y su papá, José Julio, también trabajaba en el ferrocarril, aunque falleció muy joven, cuando Jorge tenía apenas dos años de edad, por lo que el rol de padre lo asumió su hermano mayor, Alfredo. Eran cuatro varones y una mujer: Alfredo, Ángel, él, Domingo y Rosa. Entre sus más atesorados recuerdos, se hace presente su mama María Saba “la turca”, a la que nombra como la persona que más lo alentó y protegió cuando de niño empezó a jugar al fútbol.
Comenzó a jugar en las inferiores de Defensa Argentina, donde llego como mediocampista en Sexta y Quinta división a pesar de no ser muy exitoso como futbolista. Muy joven empezó a dirigir en las inferiores de Defensa Argentina, cuando tenía 28 años, y en 1961 logro su primer título con la Cuarta División.
Jorge Julio cumplió en su ciudad natal la etapa inicial de su exitosa carrera como entrenador, en la que se consagró campeón de Primera División con los clubes Defensa Argentina y General Viamonte, de la localidad del mismo nombre, a 50 Km. de Junín. También dirigió a la selección de fútbol de la Liga Deportiva del Oeste en el Campeonato Argentino, de cuando anualmente se disputaba la tradicional Copa Adrián Béccar Varela.
En 1968 llegaron a Junín los dirigentes Manuel Cossio y Ángel Torti, con el fin de cerrar el pase de algunos jugadores para el Atlético Palmira y fue ahí cuando el secretario de la Liga, de apellido Ravadán, recomendó a Julio. Tras averiguar sus antecedentes le ofrecieron el cargo y a los diez días ya estaba viajando en auto a Mendoza
Luego de dirigir al Atlético Palmira en 1969-1970, se incorporó al Club Atlético San Martín donde en 1971, en el lapso de una semana, su equipo se clasificó para el Nacional de ese año y el siguiente de 1972 como vencedor del torneo de “Los Cuatro”, All Boys de Santa Rosa, La Pampa, y Andes Talleres, el último campeón. En 1975 y 1979 resultó campeón con los Albirrojos del Este, entidad que dirigió en los Nacionales del ‘74 (ganó los nueve En el ‘72 terminó cuarto con 30 puntos en el Deportivo Maipú, con un prolongado invicto de quince fechas, y en 1973 aceptó el desafío de dirigir a Independiente Rivadavia, de donde se desvinculó por razones particulares luego de la primera rueda. En 1977 logró su primer título con Gimnasia y Esgrima, donde volvió a ser campeón en 1982 y en 1986, este último año en condición de invicto, con ocho triunfos y cuatro empates. En 1981 lo hizo en Andes Talleres, temporada en la que regresó al Lobo para dirigirlo en los Nacionales
En 1983 inició su exitoso ciclo en Pedal Club de San Rafael y en 1985 llegó al Deportivo Guaymallén, equipo que bajo su conducción en 2000 se clasificó campeón por primera vez en su historial. Entre 1987-1988 asumió como coordinador de las divisiones inferiores del club Leonardo Murialdo, con la satisfacción de que la categoría de 14 años trajo el título del Mundialito realizado en Mar del Plata.
Entre el ‘89 y el ‘91 regresó a Pedal Club para ser nuevamente campeón, y tiempo después trabajó incluso con igual eficiencia en Huracán y Deportivo Balloffet de San Rafael. En 1994 volvió a su querido Atlético Palmira, donde salió en andas de la hinchada y con lágrimas en los ojos la tarde que lo llevó nuevamente a la Primera Entre el ‘95-’96 vivió otro regreso glorioso al hacerse cargo nuevamente del Atlético San Martín. En la década de 2000 resultó campeón dos veces más con el Deportivo Guaymallén al igual que con Juventud Unida Universitaria de San Luís, al que clasificó al Argentino A, llegó a una final con Cipolletti, y perdió un título en los escritorios con la Asociación Atlética Luján de Cuyo, después de aquel polémico partido ante Tiro Federal de Rosario en el Argentino A, cuando no había perdido un solo encuentro.
Prensa Septiembre 5