El trabajo de los organismos
Vilma Yilek, titular de la Fundación Accionar, fue una de las dirigentes que expuso el trabajo realizado desde la entidad en materia de protección a las víctimas de violencia, señalando que desde 2012 se ocupan de asistir a personas que “vienen con esta problemática, ampliando el trabajo para atender también casos de maltrato infantil”.
En la Fundación, trabaja un equipo interdisciplinario compuesto por psicólogos, trabajadores sociales, abogados y técnicos, que se ocupan de acompañar a quien solicita ayuda, “a hacer todo el trámite, oficina por oficina, porque entendimos que quien padece una situación de violencia no está en condiciones de hacer todo el camino por sí solo”.
Expresó que en general, se trata de personas que proceden de un grupo familiar primario “con ciertas características de sometimiento” que derivan en que “esa persona no tenga las herramientas necesarias para afrontar estas situaciones”, y agregó que “es un trabajo sutil donde se observan los referentes externos de las víctimas y dónde está inserta”, a partir del cual se identifica también el tipo de violencia – económica, física, psicológica, sexual -.
“Los casos están en aumento y requiere un compromiso de la comunidad en general, que acompañe y que intervenga”, dijo Yilek.
Al respecto, uno de los puntos que expuso como prioritario para debatir en este contexto, “es el tema de la ayuda económica” para quienes se encuentran en situación de violencia de género, al igual que el de los refugios “para casos puntuales”.
Por su parte, Jorge Cortés, secretario de la Oficina de Asistencia Jurídica de Violencia contra la Mujer de la Suprema Corte de Justicia de la provincia, explicó el trabajo de asistencia en los procesos y la participación en los debates, garantizando “el acceso efectivo a la justicia ante cualquier tipo de violencia”.
Asimismo, Soledad Benegas, de la Fundación “Sobran Motivos”, destacó que cuentan con un refugio que funciona desde marzo de 2013 por el que en el lapso de un año, han pasado 150 personas, entre mujeres y niños.
“El criterio es que sea transitorio (el refugio), aunque hay casos que implican una problemática distinta”, como aquellos donde la mujer vive por ejemplo, en la casa de algún familiar que a su vez, también ejerce violencia hacia ella, y que cuando logra abandonar ese contexto, se encuentra sin vivienda y sin recursos económicos, sostuvo.
El tema de los refugios “es importante como para salir de una situación de riesgo”, acotó y ponderó la Ley de Patrocinio legal gratuito para las víctimas de violencia de género, sancionada recientemente en la Legislatura.
A su turno, Miriam Arancibia, de Periodistas Argentinos en Red – REDPAR -, destacó que funcionan desde 2008 y que a la actualidad, 140 periodistas de todo el país forman parte de esta red que tiene como objetivo primario la “visibilización de la problemática”.
Desde ese ámbito, se elaboraron dos decálogos: uno sobre trata y otro sobre violencia de género que se están dando a conocer en las distintas provincias del país, informó.
Desde la Dirección de Mujeres, Género y Diversidad, su titular, Laura Palero, explicó que hay un proyecto de construcción de un refugio en la provincia, que se concretará a través de cooperativas de trabajo promovidas desde el Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos de Mendoza, y comentó que desde ese organismo también se trabaja sobre un eje específico en lo concerniente a proyectos productivos.
Rescató en esa línea, la política social llevada adelante por el gobierno nacional en cuanto a la mirada que se la ha dado a estos refugios que permiten un tiempo de alojamiento máximo de 3 meses y que contempla un abordaje integral, que va no solamente desde el aspecto primario de la vivienda, sino también otros como la escolaridad de los niños y la capacitación laboral de las víctimas.
Perla Prigoshin, en Mendoza
La coordinadora de la CONSAVIG (Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia
de Género), Perla Prigoshin, quien presidirá hoy el coloquio: ¿Qué se esconde detrás de la violencia contra las mujeres?, participó también de la reunión y se puso a disposición de la comisión para que “nos juntemos y veamos los objetivos que se plantean para ver luego si pueden articularse con otras provincias”.
“Cuando en el año 2009 se sancionó la Ley de Protección Integral contra todos los tipos de violencia contra las mujeres, se constituyó en una ley de construcción de ciudadanía”, explicó, y agregó que “el paso siguiente consistió, y lo decidió la presidenta de la Nación (Cristina Fernández), en formar la CONSAVIG”, una comisión nacional “que tiene como objetivo directo, articular acciones para elaborar las sanciones de los distintos tipos y modalidades de violencia”.
“La presidenta estimó que debía estar en el Ministerio de Justicia, así que trabajamos en ese ámbito, y siendo coherentes con el trabajo que hicimos para reglamentar la ley, abordamos esta temática desde el federalismo. No estoy ni estamos sentados en un escritorio en la ciudad Autónoma de Buenos Aires. Recorremos el país, nos interiorizamos, porque el primer paso para elaborar propiamente las sanciones, es poder tomar contacto directo con cómo se generan las violencias en cada lugar”, señaló.
“No padecen las mismas violencias las mujeres de Jujuy, que las mujeres de Tierra del Fuego”, afirmó, “entonces la idea, más allá de que hayan violencias comunes y que todas seamos objeto de violencia en mayor o menor medida”, es tomar conciencia de la necesidad de un cambio cultural al respecto.
Consideró que de alguna forma en general las mujeres son “víctimas de violencia mediática, porque las publicidades nos llegan a todas”, así como “los programas de televisión donde nos cortan las polleritas, los comentarios de la sociedad que dicen: ”bueno, qué querés, ella se prestó, sabía lo que hacía””. En todo caso, “esas mujeres, resultan funcionales al patriarcado pero no tienen conciencia exacta de que lo están siendo. Porque su subjetividad se ha construido en el patriarcado”, aseveró.
“Esto da la pauta de cómo tenemos infiltrado en nuestra subjetividad el patriarcado”, por lo que “no las culpo a esas mujeres. Son responsables en parte, como somos responsables todas y todos de no militar en el territorio, en los barrios”, la necesidad “de aportarle a las mujeres ámbitos de contención. Esta no es una tarea sólo del Estado ni de los Estados; no son tareas sólo de la Provincia, el Municipio o la Nación, es de todos los ámbitos y de todos los Poderes de todos los ámbitos, porque es un cambio cultural”, finalizó.
Prensa abril 11