En el caso de San Rafael, señalaron que la instalación de un hotel con casino no ha perjudicado al resto de las instalaciones hoteleras porque se ha alcanzado a un cupo de 500 habitaciones en los últimos años, acompañado con un desarrollo turístico, cultural y social a simultáneo con espectáculos y entretenimiento de toda índole.
Andreani consignó que la actividad de casinos tiene en Mendoza una eficiente fiscalización por parte del Estado. A la vez que consideró que la ludopatía es una adicción que deviene de distintos problemas personales, que se expresa en casinos oficiales y/o privados, en juegos clandestinos o de otra índole que no se supera con la prohibición de salas de juego.
No obstante, sugirió que se pueden analizar nuevos pedidos de instalación de acuerdo a la realidad de cada Departamento y podrían acompañarse con otros emprendimientos que generen un desarrollo complementario del lugar.
En la oportunidad se trataron otros aspectos tales como: impacto social negativo, comportamiento social de los jugadores, horarios de apertura y cierre, base de datos a nivel regional de ludópatas, entre otros.
Desde el sector empresario se comprometieron a remitir documentación que permita evaluar todos los aspectos del tema desde su instalación a la fecha.