Continúa el análisis de la ley de ejercicio del profesional psicomotricista
La comisión de Salud de la Cámara de Diputados, que preside Luis Francisco (FPV), continúa analizando el proyecto de ley que regula el ejercicio del profesional psicomotricista en la provincia, con los aportes de funcionarios del Ministerio de Salud, de profesionales y del sector académico.
La iniciativa es impulsada por Francisco como titular de la comisión legislativa y contempla aspectos tales como el ámbito de aplicación, el desempeño de la actividad profesional, la autoridad de aplicación, inhabilidades e incompatibilidades y derechos y obligaciones, entre otros.
En ese sentido, uno de los puntos abordados durante una reunión mantenida con funcionarios del Ministerio de Salud y profesionales del área, fue si el psicomotricista tiene o no intervención en neonatología, o si su ámbito de incumbencia comienza a partir de los 3 años de vida del paciente.
Al respecto, las distintas visiones sobre el tema apuntan a determinar si participan en la estimulación temprana en neonatología o si las derivaciones son a posteriori, a partir de los 3 años de edad.
Además, se planteó el tema de las matriculaciones en lo referente a si tienen que ser dispuestas desde la salud o desde el ámbito educativo, aspectos que podrían dejarse establecidos en la reglamentación de la futura ley.
De hecho, el proyecto dispone que ”el control del ejercicio profesional en el ámbito de la salud y la matrícula respectiva corresponden al Ministerio de Salud, en las condiciones que establezca la reglamentación”, en tanto que “el control del ejercicio profesional en el ámbito de la educación corresponden a la Dirección General de Escuelas en las condiciones que establezca la reglamentación y/o institución que sea habilitada para la incumbencia”.
Por otra parte, señala que “se considera ejercicio de la psicomotricidad a la actividad de carácter preventivo, terapéutico y educativo, como práctica específica en el campo de la atención primaria, en la prevención y en educación para la salud, como enfoque pedagógico que facilita un abordaje más ligado a los procesos genéticos del psiquismo, y en la atención secundaria y terciaria, al integrarse a equipos terapéuticos en atención temprana, reeducación y terapia de las secuelas psicomotrices de la patología genética, perinatal, en los déficit sensoriales y/o motores, en la prevención del hospitalismo, y de las carencias medio ambientales que afectan a los aprendizajes, las funciones gnosopráxicas en el niño, adolescente, adulto y gerente”.