La iniciativa se basa en recomendaciones de distintas organizaciones de vigilancia alimentaria ya que antes de los dos años de edad el aparato digestivo del infante aún no se encuentra preparado para procesar la miel adecuadamente y por ello correría el riesgo de contraer botulismo, una grave enfermedad que puede resultar mortal.
El texto del proyecto indica también que la leyenda debe estar escrita con letras “claras y destacadas en un lugar bien visible”.
En el mismo sentido la iniciativa establece que no se permitirá ningún tipo de publicidad que promueva el consumo de miel para menores de dos años.
Si el texto se convierte en ley los profesionales de la Salud pública deberán alertar a las madres sobre los efectos negativos de la miel en los menores.