Esta jornada fue promovida bajo el lema de “todas y todos somos protagonistas de construir una sociedad en paz” y contó con la participación de las diputadas María José Sanz (UCR) y Silvia Ramos (PJ), la directora de Derechos Humanos, Luz Faingold, y la representante de los Consejos Provinciales de la No-Violencia, Gloria Barboza.
La diputada María José Sanz, que estuvo a cargo del segmento de “La No-Violencia: una manera de enfrentar la vida”, destacó que hablar de no-violencia significa la posibilidad de abordar el tema para “poder constituirnos en activistas que trabajen por erradicar esto que tanto nos afecta”.
A su vez, expresó que “resulta imprescindible ocuparse desde la crianza y la educación de estos estados para recuperar el diálogo y la tolerancia”, resaltando que “estas propuestas de jornadas son positivas y nos facilitan el intercambio para favorecer el trabajo con distintos grupos sociales”.
Silvia Ramos fue la disertante de “Educar en la No Violencia”, panel en el que se resaltó el valor de “la palabra” como reveladora del contexto social.
“Educar en la No Violencia es un desafío que nos compete a todos por igual pero la escuela y los docentes son garantistas de conocimientos y del desarrollo de culturas”, remarcó Ramos haciendo hincapié en esta institución como “espacio de representación social de la comunidad, generadora de distintos encuentros sociales que marcan a los individuos y les permiten intercambios”.
La diputada justicialista, manifestó que para esto “el sistema educativo necesita recuperar el rol del docente para poder formar más y mejores chicos con características rescilientes, lograr la adaptación a escenarios violentos y así, generar cambios reales”.
Ambas legisladoras coincidieron en la necesidad de que las familias retomen su rol de formadoras, apoyando a la escuela y creando ámbitos de reflexión; así como también la aplicación de la creatividad como punto de inflexión para la mayor y mejor aceptación de la realidad para “actuar con tolerancia y construir a través de las diferencias”.
Por su parte Luz Faingold habló de la “evolución de los derechos humanos y la no violencia”, haciendo un análisis nacional y provincial del trabajo que llevan adelante. Destacó especialmente la funcionaria el trabajo que se está llevando a cabo con los refugiados que han llegado a Mendoza desde Haití y Siria.
Sostuvo que “el mundo que nos rodea es muy violento, pero debemos valorar el trabajo que se ha llevado a cabo en estos 30 años de democracia en el país y en Mendoza, con relación a los derechos humanos. No existen problemas raciales, pero si se trabaja intensamente para lograr que no haya discriminación”.
Asimismo indicó Faingold que “existen 9 tratados en donde Argentina ha ratificado su participación, permitiendo una plena inserción en el mundo, en esta área”.
Al finalizar la jornada la representante de los Consejos Permanentes para la No-Violencia, la profesora Gloria Barboza, se refirió a la no violencia como la necesidad humana actual. Indicó que “se trabaja la no violencia como metodología de acción, creando un proceso para sacar la violencia diaria con la que convivimos habitualmente, la verbal, insultar, gritar, la psicológica cuando se ignora al otro o se lo degrada; la económica por la mala remuneración, el robo, la estafa; la religiosa con imposición de creencias, la étnica al discriminar; la sexual con violación, acosa y la doméstica”.
Aplican una serie de metodologías sostenidamente y en varios lugares en las escuelas, en los barrios, en las cárceles y en los institutos correccionales con talleres permanentes para cambiar los hábitos violentos. El balance ha sido importante sostuvo Barboza porque “en los últimos 6 encuentros se ha desnaturalizado la violencia y poder transmitir la experiencia en el ámbito legislativo tiene un alcance mayor “.