Viernes, 17 Marzo 2017 16:05

Bicentenario del Cruce de los Andes y de la Gesta Sanmartiniana

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Bicentenario del Cruce de los Andes y de la Gesta Sanmartiniana El 2017 fue declarado por Ley, como el “Año del Bicentenario del Cruce de los Andes y de la Gesta Libertadora Sanmartiniana”, por lo que en toda la documentación gráfica y por medios digitales que usa el gobierno de la provincia, debe incorporarse esta leyenda en homenaje a tan trascendente acontecimiento.

En los fundamentos de esta Ley, se hace un repaso de esta parte de la historia que toca a Mendoza de manera particular, contando distintos aspectos de la llegada del general San Martín a nuestra provincia.

“El Ejército de los Andes fue un cuerpo militar de las Provincias Unidas del Río de la Plata y tropas chilenas exiliadas en Mendoza, organizado y dirigido por el general José de San Martín cuyo objetivo era acabar con la dominación española en Chile, restaurar el gobierno independentista y poner fin al dominio español en el virreinato del Perú”, comienza el texto.

“Para llevar a cabo su plan, San Martín llegó a Mendoza el 7 de septiembre de 1814 con la idea de organizar un pequeño y disciplinado ejército en la Provincia de Cuyo. A poco de llegado, entre el 1 y 2 de octubre de ese año, se produjo en Chile la Batalla de Rancagua, en la cual las fuerzas patriotas chilenas fueron derrotadas, y parte de sus restos cruzaron la cordillera en dirección a Mendoza, quedando Chile nuevamente en manos realistas”.

“Ante esta situación, San Martín recibió e incorporó a su incipiente ejército cuyano —que ya contaba con alrededor de 1000 hombres— los restos de tropas chilenas al mando de Andrés del Alcázar y Bernardo O'Higgins; la otra facción siguió a José Miguel Carrera decidiendo no formar parte del nuevo ejército. Al mismo tiempo San Martín incorporó a su ejército el Batallón de Auxiliares Argentinos (también llamado Auxiliares de Chile), que había retornado de su misión en Chile al mando del coronel Juan Gregorio de Las Heras por órdenes del gobierno de las Provincias Unidas después de tomar conocimiento del Tratado de Lircay”.

“El 1 de agosto de 1816 el primer director supremo del nuevo estado independiente surgido el 9 de julio, Juan Martín de Pueyrredón, decretó que el nombre de la fuerza fuera "Ejército de los Andes", designando oficialmente a San Martín como su "general en jefe".

“Al mismo tiempo que se organizaba el ejército se debía atender a la defensa inmediata del territorio, siempre amenazado desde Chile. Esta eventualidad obligó a San Martín a aumentar urgentemente los efectivos de los cuerpos mencionados y colocarlos en condiciones de afrontar las tareas de protección más indispensables, para lo cual implantó una especie de servicio militar obligatorio para la provincia de Cuyo”.

“El 5 de septiembre fue organizado un estado mayor en campaña, siendo nombrado como jefe del mismo, como cuartel maestre y mayor general del ejército de los Andes, el brigadier Soler”.

“El 24 de septiembre de 1816, en virtud de que San Martín se concentrara únicamente en la organización del nuevo ejército, el Congreso otorgó el mando político de Cuyo al coronel Toribio de Luzuriaga”.

“El 30 de septiembre de 1816 el ejército se instaló en el Campamento del Plumerillo en las cercanías de Mendoza, donde constituyó su Estado Mayor. La actividad de San Martín incluyó un complejo plan para engañar al enemigo (Guerra de Zapa) mediante el envío de espías y conferencias con indígenas difundiendo el rumor de que cruzaría los Andes por un paso más al sur, lo cual era de mayor factibilidad. Los indígenas pehuenches comunicaron estos planes a los españoles de Chile, quienes así dispersaron sus fuerzas y perdieron poder de resistencia. En enero de 1817 la fuerza logró su conformación final con 3 generales, 28 jefes, 207 oficiales, 3778 soldados de tropa, 1392 auxiliares y 15 empleados civiles (5423 hombres en total). A su vez contabilizó 16 piezas de artillería (10 cañones de 6 pulg., 2 obuses de 4 y 1/2 pulg. y 4 piezas de montaña de 4 pulg.), 1600 caballos extras (para caballería y artillería) y 9281 mulas (7359 de silla y 1922 de carga)”.

“El hecho más memorable del Ejército de los Andes corresponde al Cruce de los Andes -iniciado el 6 de enero de 1817 desde el Campamento de El Plumerillo -,Mendoza- que culminó con la victoria de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817”.

“A partir del 17 de enero de 1817, inició el Ejército de los Andes el avance de sus columnas principales por los pasos de Los Patos y Uspallata. Por el primero iban las fuerzas de Soler, OHiggins y San Martín, en ese orden y a prudente distancia”.

“El grueso del ejército cruzó los Andes por los difíciles pasos de Los Patos en San Juan, al mando éste del General José de San Martín y Uspallata de Mendoza, los cuales eran considerados como imposibles para el cruce, pero permitían cortar por el centro a las líneas defensivas realistas y dirigirse directamente a Santiago de Chile. Debieron atravesar más de 500 km. de cordillera y pre-cordillera”.

“El ejército se dividió principalmente en dos gruesas columnas, la primera comandada por el propio San Martín, atravesó la cordillera de los Andes por el paso de Los Patos y la segunda, comandada por el brigadier Juan Gregorio Las Heras, marchó por el paso de Uspallata conduciendo todo el parque y la artillería, cuyo transporte era imposible por el más escabroso paso de Los Patos”.

“La gran dificultad del cruce de la cordillera de los Andes generó que sólo 4.300 del total de mulas y 510 del total de caballos lograran cruzar al otro lado de las montañas. El grueso del ejército cruzó los Andes por los difíciles pasos de Los Patos en San Juan, al mando éste del General José de San Martín y Uspallata de Mendoza, los cuales eran considerados como imposibles para el cruce, pero permitían cortar por el centro a las líneas defensivas realistas y dirigirse directamente a Santiago de Chile. Debieron atravesar más de 500 km. de cordillera y pre-cordillera. Estas vías abruptas aseguraban el factor sorpresa. El cruce duró 21 días, utilizándose guías (baqueanos). Se atravesaron alturas superior a los 4000 m”.

“El Cruce de los Andes fue un conjunto de maniobras realizadas por el Ejército de los Andes de las Provincias Unidas del Río de la Plata (Argentina) entre el 19 de enero y el 8 de febrero de 1817, para atravesar con una fuerza de 4.000 regulares y 1.200 milicianos  la cordillera de Los Andes desde la región Argentina de Cuyo hasta Chile, y enfrentar a las tropas realistas leales a la Corona española que allí se encontraban. Formó parte del plan que el general José de San Martín desarrolló para llevar a cabo la Expedición Libertadora de Argentina, Chile y del Perú”.

“El Cruce de los Andes es considerado como uno de los grandes hechos históricos de Argentina, así como también como una de las mayores hazañas de la historia militar universal. Algunos autores lo toman como parte de un conjunto de acciones que integran el llamado Plan de Maitland.

San Martín nombró al jurisconsulto chileno Dr. Hipólito de Villegas, quien fuera desterrado por los hermanos Carrera, como apoderado del Ejército de los Andes para percibir los fondos que recolectaban con el objeto de proveer el sostenimiento de las tropas. Intentó poner rápidamente a su ejército en condiciones de combatir, ante el temor de que los realistas cruzaran la cordillera y atacaran Mendoza, debido a la aparición de destacamentos realistas en el Portillo, Las Flechas y Ladera de las Vacas en el paso de Uspallata. Pese a esos movimientos, este temor nunca se hizo realidad debido a que el líder de las fuerzas españolas en Chile, Casimiro Marcó del Pont, consideró el cruce por parte de un ejército como impracticable”.

“La base de la alimentación del ejército fue el valdiviano —plato sobre la base de carne seca (charqui) machacado, grasa, rodajas de cebolla cruda y agua hirviendo—. Las columnas que llevaban los víveres iban a retaguardia. Transportaron más de 4 toneladas de charqui, galletas de maíz, 113 cargas de vino, aguardiente para disminuir el frío nocturno, ajo y cebolla (para combatir el soroche, o apunamiento) 600 reses para la provisión de carne fresca, quesos y ron”.

“Además de los uniformes, llevaron ponchos de San Luis, frazadas y mantas de franela. El frío era tan intenso que los animales también fueron abrigados. Se los cubrió con mantas . Las cifras del cruce :22 cañones transportados, 28 Km. promedio de avance por día 500 km de frente de teatro de operaciones, 3000 msnm(altitud) fue la altura media y 40 °C de diferencia térmicas entre el día (30 °C) y la noche (-10 °C)”.

“San Martín padecía de úlceras, y durante muchos tramos del cruce, aquejado por sus dolencias, debió ser trasladado en camilla. Durante el regreso a Buenos Aires, luego del primer cruce, estas dolencias hicieron empeorar su salud”.

“A pedido de San Martín, las damas mendocinas cosieron una bandera, la que fue bordada a mano. Cuando el ejército se embarcó hacia el Perú en Valparaíso, viajó con una bandera chilena con tres estrellas agregadas, por lo que San Martín dejó la bandera de los Andes en depósito del Gobierno chileno. Luego de renunciar al protectorado del Perú, al pasar por Mendoza San Martín puso en conocimiento del gobierno provincial que la bandera estaba en Chile y fue reclamada y trasladada a Mendoza”.

“Actualmente esta bandera se encuentra en un edificio creado con el fin particular de cuidar la Bandera. El Memorial de la Bandera del Ejército de Los Andes fue inaugurado el 17 de agosto de 2012. En él se pueden encontrar, además, dos banderas capturadas en la Batalla de Chacabuco. A pedido de San Martín tenía muy claro los colores que debía tener la bandera del Ejército de los Andes: celeste y blanco. A la búsqueda de telas salieron la esposa del Libertador, Remedios y su amiga, Laureana Ferrari. Tras conseguirla, Remedios se puso a coser y sus amigas a bordar”.

“El escudo de armas que orna el centro de la bandera, se estima que fue dibujado por el Capitán Bermúdez o el Sargento Antonio Arcos. Laureana Ferrari escribió que el óvalo del escudo fue diseñado por una tal señora de Huisi y las manos dibujadas por el brigadier Soler; también reveló que las lentejuelas de oro fueron sacadas de dos de sus abanicos (que hoy se encuentran expuestos en el Museo Histórico Nacional) y que el óvalo y el sol del escudo fueron adornados con rosetas de diamantes y perlas de collares suyos y de Remedios. El 5 de enero de 1817 - a pocos días de la partida del Ejército - la bandera fue bendecida en la iglesia matriz de Mendoza. Después de la ceremonia, San Martín tomó la bandera y se dirigió a la plaza mayor, donde estaban las tropas alineadas. Ante ellas exclamó: "Soldados: Esta es la primera bandera independiente que se ha levantado en América". Y la agitó tres veces en medio de un indescriptible júbilo de campanas, salvas, vivas y músicas”.

“Fue tan grande la epopeya que de alguna manera lo simplificó con esta frase: “Lo que no me deja dormir es, no la oposición que puedan hacerme los enemigos, sino atravesar estos inmensos montes” (Carta de San Martín a Tomás Guido, del 14 de junio de 1816).

 

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