"Hoy nuestra provincia se plantea un nuevo paradigma del patrimonio cultural, el cual hay que institucionalizar, modernizar e interiorizar. Debe hallarse un equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación, sin que uno ponga en peligro al otro. El patrimonio debe generar un desarrollo intelectual, fomente su puesta en uso, lo que implicaría la necesidad no sólo de formar adecuadamente a los especialistas, sino también al público, a la comunidad beneficiaria del mismo", dice Recabarren en los fundamentos de su propuesta.